Catar.- México quedó eliminado del Mundial Sub-17 tras caer 5-0 ante Portugal en los Octavos de Final, en un partido que se complicó desde temprano y que terminó exhibiendo una diferencia amplia entre ambas selecciones. El Tricolor nunca logró asentarse en la cancha, perdió control en momentos clave y terminó pagando caro los errores y las expulsiones que marcaron el rumbo del encuentro.
Desde el arranque, Portugal se mostró más ordenado, cómodo con la pelota y con la capacidad de instalarse en campo rival con cierta facilidad. México intentó competir desde la presión y el desgaste físico, buscando cortar los circuitos ofensivos del rival, pero le faltó claridad para mantener posesiones largas o generar avances que inquietaran realmente la portería portuguesa. Esa falta de idea terminó pesando conforme el juego avanzó.
El partido comenzó a inclinarse hacia el lado europeo cuando el conjunto portugués abrió el marcador desde el punto penal. Para México, el golpe más fuerte llegó poco después, con la expulsión de José Navarro luego de la revisión del VAR. Jugar con diez futbolistas por más de una hora condicionó completamente el planteamiento del Tricolor, que tuvo que reorganizar sus líneas, ceder metros y enfocarse en resistir ante un equipo que no quitó el pie del acelerador.
Con el hombre de más, Portugal movió el balón con paciencia, aprovechó los espacios y amplió su ventaja en la segunda mitad con ataques bien trabajados. México tuvo un par de intentos aislados para descontar, pero nunca encontró continuidad ni profundidad. La diferencia futbolística se hizo cada vez más evidente, y el desgaste físico del equipo mexicano comenzó a pasar factura.
El tramo final del encuentro fue el más complicado para el Tricolor. Portugal encontró espacios amplios en zona defensiva y firmó goles que terminaron por definir la goleada. Para México, el panorama empeoró con la expulsión del portero Santiago López tras una dura entrada fuera del área, lo que dejó al equipo con nueve jugadores y sin posibilidad de reaccionar. Los lusitanos aprovecharon esa desventaja para cerrar el marcador y sellar el 5-0 definitivo.
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La eliminación llega como un golpe duro para una Selección que había mostrado personalidad en la fase de grupos, pero que en el duelo decisivo no encontró los recursos para competir ante un rival más completo. Aun así, este torneo deja aprendizajes importantes para una generación que deberá transformar esta experiencia en crecimiento para su proceso formativo.