Estados Unidos.- Buffalo Bills llegaba a la Semana 12 con aspiraciones de pelear por el Super Bowl. Sin embargo, esas expectativas dieron un giro inesperado tras caer 23-19 ante unos Houston Texans que no contaron con su quarterback titular, C.J. Stroud, pero aun así dominaron a Buffalo durante largos lapsos del encuentro.
La defensiva texana fue la protagonista de la tarde y convirtió a Josh Allen en su víctima principal con ocho capturas, en una de las actuaciones más sólidas del año.
Houston golpeó primero: inicio dominante de los Texans
Pese al favoritismo de los Bills, fue Houston quien impuso condiciones desde el primer cuarto. Con Davis Mills como mariscal titular por segundo partido consecutivo, los Texans mostraron ritmo ofensivo y control del balón.
Houston acumuló 201 yardas en la primera mitad, por solo 155 de los Bills. Buffalo se mantuvo cerca únicamente gracias a dos jugadas explosivas: una carrera de 45 yardas para touchdown de James Cook, y un regreso de kickoff de 97 yardas de Ray Davis.
Por lo demás, la defensiva de los Texans contuvo a Allen, forzó una intercepción y transformó ese error en un gol de campo. Mills, pese a errar varios pases, condujo dos series de touchdown. El segundo envío, a Jayden Higgins, llegó con solo cinco segundos en el reloj y puso el marcador 20-16 al descanso.
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El dominio defensivo de Houston cambia el partido
Si la primera mitad favoreció a Houston, la segunda fue dominio de la defensiva texana. Llegaron al duelo como líderes en puntos y yardas permitidas, y respondieron con autoridad.
Josh Allen, uno de los pasadores más difíciles de capturar, sufrió constante presión. Houston no solo lo derribó ocho veces, sino que también provocó un balón suelto tras un golpe a Khalil Shakir, que derivó en otro gol de campo para los locales.
En una jugada clave de cuarto intento, James Cook fue detenido tres yardas detrás de la línea, lo que llevó a Allen a lanzar su casco en frustración al llegar a la banca.
La ofensiva de Buffalo nunca encontró ritmo y volvió a depender exclusivamente de su quarterback. Pero esta vez, Houston tenía respuesta para todo.
Final dramático en Texas
Aun así, los Bills tuvieron una última oportunidad. Tras recortar la diferencia a 23-19, la defensa hizo el trabajo y devolvió el balón a la ofensiva con 2:48 por jugar. Buffalo convirtió una improbable jugada de hook-and-ladder en cuarta y 27 para avanzar 44 yardas y mantenerse con vida.
Sin embargo, en la siguiente serie, Allen lanzó una intercepción en territorio texano que selló la victoria de Houston.
Una derrota que prende alarmas en Buffalo
Los Bills iniciaron la temporada 4-0 y desde entonces suman marca de 3-4, con derrotas ante Falcons, Dolphins y ahora Texans.
Houston, por su parte, logró una victoria que confirma su crecimiento y su capacidad para competir aun sin su quarterback estrella.
