Bilbao.- El Real Madrid consiguió un triunfo contundente en San Mamés al imponerse 0-3 frente al Athletic Club, en un partido marcado por la brillante actuación de Kylian Mbappé y el aporte decisivo de Eduardo Camavinga. El resultado rompe la racha de tres empates consecutivos del conjunto blanco y frena la posibilidad de una segunda victoria seguida para el equipo bilbaíno.
Mbappé marca diferencias desde el inicio
El encuentro comenzó con intensidad y rápidamente se inclinó hacia el lado visitante. A los siete minutos, Mbappé abrió el marcador con una acción individual que combinó potencia y precisión, dejando sin opciones a la defensa local. El gol tempranero dio confianza al Real Madrid y obligó al Athletic a ajustar su planteamiento en busca de equilibrio.
El segundo tanto llegó en el minuto 42. Camavinga, libre de marca en el segundo palo, conectó de cabeza un balón prolongado también por Mbappé. La jugada evidenció la coordinación ofensiva del equipo dirigido por Carlo Ancelotti y dejó al Athletic en una situación complicada antes del descanso.
Control blanco y sentencia en la segunda mitad
En la segunda parte, el Real Madrid mantuvo el control del juego y volvió a golpear en el minuto 59. Mbappé, protagonista absoluto de la noche, sorprendió al guardameta Unai Simón con un disparo potente desde 25 metros que selló el 0-3 definitivo. El tanto confirmó el dominio visitante y cerró cualquier opción de reacción para el conjunto local.
Con este resultado, el Real Madrid suma tres puntos importantes en su camino por mantenerse en la parte alta de la clasificación. La victoria no solo corta la serie de empates, sino que refuerza la confianza del equipo en un escenario históricamente exigente como San Mamés.
El Athletic, por su parte, no logró repetir la solidez mostrada en su último compromiso y se vio superado por la eficacia ofensiva de los blancos. El equipo bilbaíno deberá recomponer su estrategia de cara a los próximos encuentros para no perder terreno en la competición.
La actuación de Mbappé, con dos goles y una asistencia, fue determinante y confirma su papel como referente ofensivo del Real Madrid. Camavinga, además, aportó presencia en el mediocampo y se sumó al marcador con un gol clave.
El triunfo en Bilbao deja al Real Madrid con un impulso renovado y marca un punto de inflexión tras los empates recientes, consolidando su aspiración de mantenerse en la lucha por los primeros puestos de la liga.