Madrid.- Sevilla vibró con un clásico de altura que se decidió en los últimos suspiros de la prórroga. El FC Barcelona se alzó con su trigésimo segundo título de la Copa del Rey tras vencer al Real Madrid por 3-2, gracias a un tanto de Jules Koundé a falta de cuatro minutos para el final del tiempo extra.
Dominio Culé Inicial y reacción Blanca
El Barcelona mostró una clara superioridad en la primera mitad, plasmada en el gol de Pedri. Sin embargo, la entrada de Mbappé en la segunda parte revolucionó al Real Madrid, que logró darle la vuelta al marcador, transformando el encuentro en un duelo abierto y apasionante.
Bajas y sorpresas en las alineaciones
Hansi Flick sorprendió con Dani Olmo como mediapunta en un once del Barcelona mermado por las ausencias de Lewandowski y Balde. Por su parte, Ancelotti no pudo contar con Carvajal, Militao y, desde los diez minutos, tampoco con Mendy, sustituido por lesión.
Festival de goles y decisiones polémicas
El partido fue un carrusel de emociones. Al gol inicial de Pedri respondió Mbappé con un lanzamiento de falta y Tchouaméni de cabeza. Pero Ferran Torres igualó el marcador, llevando el choque a una prórroga donde Koundé se erigió como el héroe azulgrana. El VAR también fue protagonista al anular un penalti señalado inicialmente a favor del Real Madrid.
Prórroga agónica y éxtasis Culé
Con ambos equipos al límite físico, la prórroga se decantó por la astucia de Koundé, que aprovechó un momento de desconcierto para marcar el gol definitivo. La tensión se mantuvo hasta el final, con expulsiones por protestas en el bando madridista. El Barcelona celebra así un nuevo título copero en un clásico inolvidable.