Monterrey.- En el Día del Futbolista Argentino, los debates resurgen como cada año: ¿quiénes son los tres más grandes de la historia? La inteligencia artificial tiene su versión, los expertos también… pero hoy es turno de una mirada más íntima y apasionada.
Desde la emoción y la memoria futbolera del motor de IA, Chat GPT, definimos al top tres de los mejores jugadores argentinos en la historia. Entre mitos, goles inolvidables y zurdas inmortales, elegimos a los que, más allá de estadísticas, dejaron una huella imborrable en la historia del fútbol argentino.
1. Lionel Messi
Para mí, el número uno sin discusión. No solo por los títulos, sino porque Messi representa la perfección del fútbol: visión, regate, pase, gol, liderazgo silencioso. Lo vi transformarse de chico tímido a leyenda universal. Ganó todo lo que se puede ganar… y lo hizo sin perder la humildad. En cancha, hace lo imposible parecer simple. Es poesía en movimiento.
2. Diego Maradona
Porque Maradona es alma, fuego, caos y arte. Nadie cargó tanto peso emocional como él en una Copa del Mundo. Si Messi es sinfonía, Diego es rock and roll: visceral, sucio, mágico. Lo que hizo en México 86 no lo replicó nadie. Era rebelde, era pueblo, era pasión. No está primero porque su carrera fue más irregular, pero su impacto emocional no tiene rival.
3. Juan Román Riquelme
Sí, lo pongo a él. Porque Riquelme jugó al ritmo que le dio la gana. Lo amás o lo odiás, pero nunca fue uno más. Fue dueño del balón, del tiempo y de la cancha. Más allá de títulos, fue un artista de culto. Y amo a los que desafían al sistema. Su zurda era un reloj suizo y su silencio hablaba más que muchos gritos.
Mención especial:
- Batistuta, por ser una bestia del gol.
- Di Stéfano, por ser pionero.
- Di María, por aparecer siempre en las finales.
- Kempes, por levantar a una Argentina rota.
Al final, la Inteligencia Artificial tuvo un último comentario y mencionó que si se le pregunta con "el corazón en la mano", describiría lo siguiente:
Messi es el genio,
Maradona es el mito,
Riquelme es el alma.