Nashville.-Boca Juniors cerró su participación en el Mundial de Clubes con un empate 1-1 ante Auckland City, en un duelo que no solo selló su eliminación, sino que reflejó una vez más su falta de contundencia. El conjunto argentino necesitaba una goleada y una combinación de resultados para soñar con los octavos, pero no logró ni lo uno ni lo otro. El punto obtenido por los neozelandeses —su primero del torneo— fue celebrado como una hazaña.
El Grupo C se cerró con Benfica como líder (7 puntos), Bayern Múnich como segundo (6), y Boca fuera con solo 2 unidades. Auckland, que llegaba tras durísimas goleadas (0-10 vs Bayern, 0-6 vs Benfica), defendió con orden y compromiso. Su gol, un cabezazo de Christian Gray tras un córner en el segundo tiempo, fue histórico.
Boca Junior dejó ir su única victoria del torneo
El Xeneize había tomado ventaja en la primera mitad con un gol en propia puerta de Nathan Garrow tras un tiro de esquina. Tuvo la posesión (más del 70 %), generó once córners en los primeros 45 minutos, y lo intentó por las bandas como había anticipado Miguel Ángel Russo, pero nunca encontró claridad.
La afición de Boca, como siempre, fue protagonista. Bajo un calor sofocante de más de 34 grados y una tormenta eléctrica que interrumpió el partido por más de 40 minutos, los cánticos nunca cesaron. Llegaron desde Argentina, Miami y distintas ciudades de EE.UU., y convirtieron las gradas en una fiesta como si fuera la mismísima Bombonera.
Ni los cambios ofensivos ni el empuje final alcanzaron. Un gol de Merentiel fue anulado por el VAR, y el equipo se despidió con una actuación deslucida que no estuvo a la altura del apoyo incondicional de su gente. Boca quedó fuera… pero la tribuna volvió a ganar.