Estados Unidos.- La Copa Oro trajo una de las noticias más duras para la Selección Mexicana: Luis Chávez sufrió una ruptura del ligamento cruzado anterior (LCA) de la rodilla, una de las lesiones más complejas para un futbolista profesional. El mediocampista tendrá que someterse a cirugía y emprender un largo proceso de rehabilitación que, en el mejor de los casos, podría tomar al menos seis meses.
Dependiendo del grado de la lesión y de cómo responda su cuerpo, el tiempo de recuperación podría extenderse hasta el año. Pero más allá del calendario, lo más importante será que Chávez logre volver con fuerza, estabilidad y confianza en su rodilla.
¿Qué implica esta recuperación?
Las primeras semanas después de la operación son cruciales para bajar la inflamación, controlar el dolor y proteger la rodilla recién intervenida. En esta etapa es común el uso de muletas y se comienza con movimientos muy leves para evitar rigidez.
Después viene la fase más intensa: la rehabilitación física, donde el enfoque está en recuperar la fuerza del cuádriceps y los músculos que rodean la rodilla, así como la movilidad y la estabilidad. Aquí la fisioterapia juega un papel clave, con rutinas progresivas y bajo supervisión médica.
Finalmente llega el momento que todos esperan: el regreso al deporte. Para eso, se trabaja con ejercicios más específicos: desplazamientos, saltos, giros y cambios de ritmo. El regreso al campo es gradual, y suele darse solo cuando el jugador ha demostrado estar listo en lo físico y en lo mental.
Luis Chávez tiene por delante un reto mayúsculo, pero también la posibilidad de volver más fuerte. Lo respaldan su experiencia, su disciplina y el deseo de volver a vestir la camiseta nacional. Sin embargo, su participación en el Mundial de 2026 está en duda, y dependerá de su evolución médica en los próximos meses.