
Londres, 11 jul (EFE).- En los pasillos de Wimbledon se hablaba de lo que Taylor Fritz necesitaría para vencer a Carlos Alcaraz: un partido perfecto, un altísimo porcentaje de primeros servicios… incluso un milagro. Pero nada de eso fue suficiente. Alcaraz se impuso con autoridad (6-4, 5-7, 6-3 y 7-6 (6)) y está a una victoria de conquistar su tercer título consecutivo en el All England Club.
Un dominio que ya impone respeto
Bajo un calor inusual para Londres, el murciano volvió a demostrar que hay una gran distancia entre él —junto a Jannik Sinner y Novak Djokovic— y el resto del circuito. Fritz, el jugador con más victorias en hierba este año, apenas pudo incomodarlo. Le arrebató un set y forzó un desempate en el cuarto, pero la sensación fue siempre la misma: el partido estaba bajo el control de Alcaraz.
Rumbo a un lugar reservado para leyendas
Con esta victoria, Alcaraz acumula 24 triunfos consecutivos en 2024 y 20 seguidos en Wimbledon. Está a una sola final de unirse a un grupo reservado: Bjorn Borg, Pete Sampras, Roger Federer y Novak Djokovic, los únicos en ganar tres veces seguidas en Londres en la Era Abierta. Borg, presente en la grada, presenció en vivo a quien parece seguir sus pasos.
Fritz y los errores que se pagan caro
Fritz, como en 2022 ante Nadal, mostró fallas mentales en momentos clave. Perdió el primer set en seis puntos y, tras ganar el segundo con un quiebre inédito a Alcaraz, cometió un error inexplicable: se fue al baño durante diez minutos. Al volver, su impulso se desvaneció. No volvió a ser el mismo.
Alcaraz, dueño de su destino
El español esquivó el quinto set con temple y recuperó el dominio. La victoria estaba en su raqueta. El domingo jugará su tercera final consecutiva en Wimbledon, un lugar donde no pierde desde 2022. Djokovic o Sinner lo esperan, pero el favorito tiene nombre: Carlos Alcaraz.