Gran Bretaña.- Durante el Gran Premio de Gran Bretaña 2025, tres influencers británicos fueron arrestados tras intentar subir al icónico monoplaza de Racing Point que condujo el piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez en 2019. El incidente, que fue transmitido en directo por los propios creadores de contenido, provocó daños valorados en aproximadamente 40 mil dólares.
Los involucrados —AngryGinge, Chazza y SamHam— ingresaron a la Fan Zone del circuito de Silverstone el viernes 4 de julio. En un intento de generar contenido viral, Chazza intentó meterse en la estrecha cabina del monoplaza, sin lograr sentarse. El acceso inadecuado provocó daños estructurales, aunque según declaraciones posteriores, los jóvenes alegaron que no rompieron nada directamente.
La policía local detuvo a los tres youtubers, quienes pasaron alrededor de 15 horas en prisión antes de ser liberados sin cargos formales. Sin embargo, se les negó el reingreso al circuito durante el resto del fin de semana.
En un intento por controlar la narrativa, AngryGinge publicó un video explicando su versión, usando un disfraz de prisionero estadounidense con tono cómico. Según su testimonio, Chazza accedió al coche por el lado derecho, mientras que los daños fueron detectados en el izquierdo, y ningún miembro del staff fue testigo directo del momento del incidente.
El monoplaza afectado fue parte del legado de "Checo" Pérez en Racing Point —antes Force India—, equipo con el que compitió de 2014 a 2020 y logró su primera victoria en Fórmula 1. Tras ese logro, el mexicano se unió a Red Bull Racing, consolidándose como uno de los pilotos latinos más destacados del circuito.
Red Bull, que presuntamente invitó a los influencers al evento, intentó mediar ante la situación, aunque los daños ya estaban hechos. El caso ha abierto el debate sobre los límites de la creación de contenido en eventos deportivos, donde el afán de viralidad puede poner en riesgo patrimonio histórico y prestigio profesional.