Monterrey.- Ciudad de México fue el escenario de una de las experiencias más sorprendentes en la carrera del legendario luchador estadounidense Hulk Hogan. Durante una entrevista reciente con JRE Fix Daily, el ícono de la WWE compartió los recuerdos de una de las dos ocasiones que pisó un cuadrilátero mexicano, su primera vez fue en una noche que lo dejó asombrado por el estilo único de lucha libre que domina en el país.
“La primera vez que estuve en Ciudad de México, estaba en esa gran arena, ese edificio enorme (Toreo de Cuatro Camino). Me pusieron en una lucha de seis personas”, comentó Hogan, visiblemente entusiasmado al revivir el momento. Lo que parecía una lucha estándar se convirtió en una lección cultural inesperada. “Tenía dos compañeros mexicanos que no hablaban inglés, y del otro lado había tres luchadores mexicanos que tampoco hablaban inglés”.
Para Hogan, acostumbrado a las reglas más estrictas del wrestling estadounidense, el choque de estilos fue inmediato. “Allá ni siquiera hacen relevos; normalmente tienes que esperar a que te den el relevo, pero ellos solo entran al ring sin hacerlo. Me tomó como 10 minutos darme cuenta de que no necesitabas dar el relevo”, relató entre risas. “Fue una locura, pero lo que hacen allá está en otro nivel completamente”.
La sorpresa del luchador legendario no solo se centró en la mecánica del combate, sino en la energía, agilidad y pasión de los luchadores mexicanos, quienes desde hace décadas han convertido la lucha libre en un fenómeno cultural con profundas raíces.
Hogan si bien expresó que era un combate de relevos australianos (3 contra 3) en realidad se trató de un combate por parejas, en donde se unió al Gran Hamada el 31 de julio de 1983 para enfrentar al Perro Aguayo y Canek, pero su testimonio deja claro el profundo respeto que siente por la tradición mexicana del pancracio. “Lo que hacen allá está en otro nivel”, repitió, reconociendo la diferencia de estilos como algo digno de admiración.
El otro registro que se tiene del 'Hulkster' en territorio mexicano data del 2 de septiembre de 1984, donde Hogan expondría su campeonato mundial del World Wrestling Federation (WWF) -hoy llamada WWE- ante Canek, nuevamente teniendo como sede el Toreo de Cuatro Caminos en una lucha de tres caídas, que terminó en un empate y con el luchador estadounidense reteniendo el título.
La entrevista ahora cobra un tono más nostálgico tras el fallecimiento de Hulk Hogan, ocurrido recientemente a los 71 años. Su recuerdo sobre la vez que luchó en México adquiere un significado especial, al mostrar su genuina admiración por la pasión y el estilo único de la lucha libre mexicana.