Estados Unidos.-A menos de una semana del arranque oficial de la pretemporada de la NFL, todos los caminos apuntan a un lugar inesperado: Canton, Ohio.
No es una gran ciudad. No tiene equipo de NFL. Ni siquiera presume un estadio espectacular. Pero cuando llega esta fecha, se convierte en el corazón simbólico del futbol americano.
Ahí, en el Tom Benson Hall of Fame Stadium, se jugará como cada año el Hall of Fame Game, el primer partido de la pretemporada. No cuenta para el récord. No juegan los titulares más de una serie. Pero sí marca el kickoff emocional de la temporada.
¿Por qué en Canton? Porque fue ahí donde todo comenzó.
En 1920, representantes de varios equipos se reunieron en un concesionario de autos de la ciudad. Querían darle orden al futbol americano profesional.
Lo que salió de esa junta fue la creación de la American Professional Football Association, que en 1922 pasó a llamarse NFL. El futbol americano, como lo conocemos hoy, nació en Canton.
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Décadas más tarde, en 1962, surgió la idea de hacerle homenaje a ese origen. Cada año, los nuevos miembros del Salón de la Fama serían celebrados con un partido.
Así nació el Hall of Fame Game: una combinación entre historia, homenaje y comienzo. Una ceremonia con balón en movimiento.
La ciudad entera se transforma. Llegan leyendas, aficionados nostálgicos, nuevos jugadores con el sueño intacto. Hay desfiles, discursos, bustos de bronce que eternizan carreras gloriosas. Y, por supuesto, el partido.
Este año, el duelo será entre los Detroit Lions y los Los Angeles Chargers. Y aunque pocos titulares verán el campo, todos los ojos estarán puestos ahí. Porque ese balón que vuela en Canton anuncia que el futbol está de vuelta.
Puede que para muchos sea un juego más. Pero para quienes conocen la historia, ese primer partido en Ohio no se trata de ganar o perder: se trata de recordar por qué amamos este deporte.
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