Monterrey.- La histórica medalla de oro lograda en el Mundial de Deportes Acuáticos ha consolidado a Juan Celaya y Osmar Olvera como una de las parejas más sólidas en la historia de los clavados mexicanos.
En charla con ABC Deportes, ambos compartieron anécdotas sobre cómo se conocieron, la química que han construido dentro y fuera del agua, el apoyo que se brindan en momentos difíciles y su preparación bajo la dirección de la entrenadora Ma Jin rumbo a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2026.
Orgullo de representar a México
Juan Celaya: “Siempre me ha gustado representar a México, tuve que empezar representando a San Nicolás, luego a Nuevo León y ahora a México. Es un orgullo traerle esa felicidad a mi gente y a mi familia, no hay mejor recompensa”.
¿Qué sientes de que una escuela tendrá tu nombre?
Juan Celaya: “Es un legado que no me imaginé… ahora van a decir ‘voy a ir a la Escuela Ingeniero Juan Manuel Celaya’, está padre eso”.
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De la foto al podio
¿Cómo llegaste a conocer a Osmar?
Juan Celaya: “En 2015 fue su primer Panamericano y mi último de la categoría; tenemos una foto con la medalla de oro. El equipo de Nuevo León se está consolidando muy bien y ahora con Osmar a la cabeza me da orgullo. Era el niño que me pedía fotos, ahora yo se las pido a él”.
Osmar, ¿cómo fue para ti?
Osmar Olvera: “Yo conocía a Meme de chiquito, era de los buenos, el que ganaba todo. Al inicio del ciclo para París, algo me decía que iba a terminar haciendo sincronizado con él. Desde el día uno hubo química: nos gusta entrenar, nos exigimos y cuando uno no está bien, el otro lo empuja. En poco tiempo logramos una medalla olímpica y ahora, con un año de trabajo, hicimos más puntos que en París; seguimos siendo competitivos contra los chinos”.
Apoyo dentro y fuera del agua
¿Algún momento en el que tuvieran que levantarse el ánimo?
Juan Celaya: “Osmar no empezó de la mejor manera este año, pero trataba de motivarlo para que confiara en sí mismo. A veces toca ser el hermano mayor, pero también el menor te empuja. La idea es seguir trayendo medallas y que seamos dos mexicanos en las finales”.
Osmar Olvera: “No todos los días son buenos, siempre hay retos. Meme me ha dado palabras en los momentos correctos, y yo también a él. Aunque es un deporte individual, si a uno le va bien, el otro se motiva”.
La mirada de la entrenadora
Ma Jin: “Los dos son diferentes, pero trato de que crean en mí para ayudarlos y ajustar detalles. Así como ellos necesitan aprender, yo también aprendo de los jóvenes para trabajar unidos y que sean constantes y elegantes”.
Mensaje a los futuros clavadistas
Osmar Olvera: “Yo fui ese niño que se inspiró viendo a otros. Se necesita mucho trabajo, hay días buenos y malos, pero el chiste es no soltar el sueño, escuchar a quienes te rodean y no rendirse; tarde o temprano las cosas llegan”.