Ciudad de México.- El beisbol mexicano vive horas de preocupación luego del lamentable accidente que se registró en el Estadio Alfredo Harp Helú, durante el juego entre los Diablos Rojos del México y los Pericos de Puebla. Un menor de nueve años resultó gravemente herido tras recibir un pelotazo en la cabeza y hoy permanece internado en terapia intensiva.
El niño fue identificado como Simón Falah-Assadi Martínez, quien asistió al partido acompañado de su familia. En el transcurso del encuentro, un batazo de foul impactó directamente en la zona de gradas donde se encontraba, provocando un golpe severo que requirió atención inmediata dentro del estadio y, posteriormente, su traslado de urgencia a un hospital.
De acuerdo con reportes médicos, el impacto ocasionó una hemorragia cerebral con aproximadamente 30 centímetros cúbicos de sangre presionando el cerebro, lo que puso en riesgo su vida. Ante ello, Simón fue sometido a una cirugía de emergencia y actualmente permanece bajo pronóstico reservado en la unidad de terapia intensiva.
Aunque su estado sigue siendo delicado, versiones recientes indican que el menor ya se encuentra fuera de peligro inmediato, aunque con la necesidad de una vigilancia estricta en los próximos días para monitorear su evolución.
En medio de la crisis, los padres del menor lanzaron un mensaje en redes sociales solicitando apoyo de la comunidad. En particular, hicieron un llamado para la donación de sangre tipo O+, además de apoyo económico que permita cubrir los elevados gastos hospitalarios, ya que la familia no cuenta con seguro médico.
El pedido generó una ola de solidaridad en plataformas digitales. Aficionados, comunicadores deportivos y diversas figuras públicas han replicado la información para extender el llamado de ayuda.
El incidente reavivó la discusión sobre las medidas de seguridad en los parques de pelota de México. En la Major League Baseball (MLB), tras accidentes similares, se implementó la ampliación de mallas protectoras para reducir riesgos en zonas cercanas al diamante. La tragedia de Simón puso nuevamente en la mesa la urgencia de reforzar los protocolos de protección en el beisbol nacional.
Hasta el momento, la directiva de los Diablos Rojos del México no ha emitido un comunicado oficial, aunque la expectativa es que el club manifieste su postura en las próximas horas, dado el impacto que ha generado la noticia en el entorno deportivo y social.
Hoy, más allá del resultado deportivo, la atención está centrada en la recuperación de Simón. La comunidad beisbolera se mantiene pendiente, enviando mensajes de fuerza y respaldo a la familia, en espera de que el pequeño supere este episodio y vuelva a disfrutar del deporte que lo llevó al estadio aquella noche.