Estados Unidos.- Amari Cooper, uno de los receptores más consistentes de la última década, decidió poner punto final a su carrera profesional apenas unos días después de haber firmado con los Raiders de Las Vegas para lo que parecía ser “un último baile”.
El movimiento tomó por sorpresa a la organización, que ya lo había presentado como una pieza clave en su ofensiva para la temporada 2025. Cooper comunicó directamente a los Raiders que ya no se sentía con ánimo de continuar en los emparrillados y optó por adelantar su retiro, apenas tres días antes del kickoff inaugural frente a los New England Patriots.
El receptor de 31 años se despide tras 10 temporadas en la NFL, donde dejó números de élite y una huella en cada franquicia por la que pasó. Drafted en 2015 por los Raiders con el cuarto pick global, Cooper también vistió los colores de los Dallas Cowboys, Cleveland Browns y Buffalo Bills, consolidándose como un referente en su posición.
En total, Cooper acumuló 711 recepciones, 10,033 yardas y 64 touchdowns, además de cinco apariciones en el Pro Bowl, reflejo de su calidad y consistencia durante una década. Su retiro lo coloca como uno de los pocos receptores de la era moderna en superar la barrera de las 10 mil yardas, cifra que lo proyecta como candidato natural a futuras conversaciones rumbo al Salón de la Fama.
La decisión, sin embargo, dejó un vacío inmediato en el plan ofensivo de los Raiders. La franquicia esperaba revivir la conexión con el jugador que alguna vez fue su primera gran apuesta en el draft, pero ahora deberá ajustar rápidamente su esquema sin uno de sus líderes más experimentados.
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El anuncio generó múltiples reacciones en redes sociales, tanto de compañeros como de aficionados que celebraron su carrera. Los Raiders se limitaron a desearle éxito en su nueva etapa, mientras que la NFL destacó la importancia de su trayectoria con una publicación en la que resumió sus logros: “Drafted en 2015, 5 Pro Bowls, más de 10 mil yardas y 711 recepciones. Gracias por todo, Amari Cooper”.
Con esta decisión, Cooper se despide dejando claro que el futbol americano también se juega desde el ánimo y el corazón, y que después de una década de excelencia, prefirió cerrar su ciclo en sus propios términos.