Estados Unidos.- Lionel Messi no perdona. En el último suspiro del partido ante Atlas, cuando parecía que la tanda de penales era inevitable, el argentino participó en la jugada decisiva que selló la victoria de 2-1 del Inter Miami en la Leagues Cup. Tras la anotación de Marcelo Weigandt, validada por el VAR, Messi festejó con intensidad y se dirigió directamente hacia Matías Cóccaro. No fue hacia las gradas. No hubo burlas al público. Pero el mensaje fue claro: le cantó el triunfo en la cara.
La escena fue captada por cámaras y redes sociales, no tardaron en revivir un patrón que comienza a tomar forma: cada vez que Messi enfrenta a un equipo mexicano, algo se enciende. Y él lo deja claro.
El primer episodio fue en 2023, durante un amistoso en Las Vegas contra el Club América. Abucheado desde que pisó la cancha, Messi respondió con una celebración provocadora: mostró tres dedos, haciendo alusión a los títulos mundiales de Argentina, y luego formó un cero. La imagen se interpretó como una indirecta hacia la Selección Mexicana, y la tensión mediática explotó.
Meses después, en abril de 2024, Inter Miami visitó a Rayados en el 'Gigante de Acero' en los Cuartos de Final de la Concachampions. La afición de Monterrey lo recibió con silbidos, pancartas y cánticos. “Sin ayuditas, Messi”, se leía en una manta. El argentino fue abucheado en cada toque de balón. Miami quedó eliminado, pero el ambiente fue tan cargado que se convirtió en parte del relato. Ahora, frente a Atlas, Messi volvió a dejar huella.
Victoria agónica en Fort Lauderdale
Inter Miami se impuso 2-1 con un gol al minuto 96 que desató la locura en el Chase Stadium. Fue un partido vibrante, que además marcó el debut de Rodrigo De Paul con el equipo de la MLS. El mediocampista argentino, con apenas haber entrenado con sus nuevos compañeros, mostró de inmediato conexión con Messi y Busquets.
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Desde el primer tiempo, Miami fue al frente. Tadeo Allende tuvo dos oportunidades tras combinaciones de Messi y De Paul, pero el arquero Camilo Vargas respondió con solvencia. Atlas también generó peligro, con Eduardo Aguirre y Arturo González intentando sin éxito.
El primer gol cayó al minuto 60, en una jugada colectiva que comenzó con Busquets, pasó por Messi y terminó en los botines de Federico Segovia. Atlas respondió con carácter: al 80’, Rivaldo Lozano empató tras un mal rechace defensivo.
Parecía que el partido se iría a penales, pero en la última jugada apareció la sociedad Alba-Messi-Suárez. El argentino filtró el balón a Marcelo Weigandt, quien definió dentro del área. El asistente levantó la bandera por fuera de lugar, pero el VAR corrigió: gol legal, triunfo sellado y Messi, con una sonrisa discreta, pero desafiante, le cantó el triunfo a Cóccaro.
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