Monterrey.- Sergio Ramos es conocido por su juego fuerte e intensidad dentro del terreno de juego que en ocasiones, de manera accidental o no, han terminado por lesionar de gravedad a sus oponentes.
El caso más recordado fue el de Mohamed Salah, en la Final de la UEFA Champions League 2018 entre Real Madrid y Liverpool. En el primer tiempo el zaguero tomó del brazo y tiró al egipcio, que tuvo que abandonar el partido con una lesión en el hombro.
Los 'Merengues' ganaron el partido por 3-1, mientras que Salah llegó tocado a la Copa del Mundo de Rusia.
Ramos también afectó la aventura mundialista de Humberto Suazo, leyenda máxima de Rayados. Fue en el año 2010, cuando el chileno jugó cedido en Zaragoza, que tuvo un encontronazo con el zaguero blanco.
Aunque la jugada no parecía para tanto, “el hombre venido del planeta gol” sufrió una luxación en el hombro y aunque llegó a tiempo para el Mundial de Sudáfrica, no estuvo en su mejor momento de forma.
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En 2017, el ahora capitán de Monterrey “practicó” la falta que un año después haría sobre Mohamed Salah. La víctima fue Dani Alves en la Final de la Champions League contra Juventus.
La falta no sacó a Alves del partido, pero sí mermó su rendimiento en el duelo que Real Madrid ganó por 4-1 para llevarse la ‘Orejona’.
Previamente, en 2016, Sergio causó una lesión de gravedad al italiano Riccardo Montolivo, en un partido amistoso entre España y la Azzurra.
Ramos se barrió sobre el mediocampista del AC Milan y provocó que se le atorara la rodilla, causándole una rotura de ligamento cruzado en la rodilla, que lo dejó seis meses fuera de las canchas.
El central fue responsable de una lesión similar en 2011, pero en esa ocasión fue contra Álvaro Badillo de Real Betis, que en ese entonces tenía 17 años. En la jugada, Ramos lo cargó por la espalda y el juvenil se rompió el ligamento cruzado cuando piso el pasto.