Monterrey.- Desirée Monsiváis se fue como una histórica de las Rayadas, pero sigue vigente en el club.
No sólo sigue siendo la máxima goleadora en la historia de las albiazules, con 122 anotaciones, ha vuelto al “Gigante de Acero” para recibir un merecido homenaje a su trayectoria.
En entrevista con ABC Deportes, “La Arquitecta del Gol” recuerda sus mejores momentos con las Rayadas, su relación amor-odio con las archirrivales Tigres y sus metas ahora que se ha convertido en analista.
¿Cómo asimilas este homenaje?
“No me sorprende, porque el club es muy congruente con lo que es, conozco las entrañas del club y sé lo que pasó y por lo que tuve que salir, tuve porque ellos me impulsaron a cumplir un sueño de irme a Europa.
¿Qué momento te marcó como jugadora de Rayadas?
“La primera Final, que ya sabemos lo que sucedió, fue muy lindo ver que la gente respondió 52,211 personas, todavía me recuerdo de la cifra, iba 0-0 o 1-1, me acuerdo cómo se cimbraba el campo, estaba vibrando, empezó a vibrar la cancha.
“Rompimos récord, tiene público el futbol femenil, se llenó un estadio que va a ser mundialista. Ese momento dije ‘yo nací para ser rayada’”.
¿Cómo vivías los Clásicos?
“Al principio me enganchaba, en las redes sociales me decían de todo y ahora te puedo decir que muchas Tigres me escriben y me dicen ‘te extrañamos’, y yo también las extraño, porque es parte de eso.
“Yo lo vivía a flor de piel, conocía muchas de mis colegas. La afición me desvivía por enfrentar a fulanita o sutanita, con el respeto que se merecen, pero también ellas conmigo y no existía más que el darnos por nuestra camiseta.
“Yo calentaba los Clásicos, les decía ‘a mí me va muy bien jugar en el Uni’, y no era mentira. Meter gol en a Final del 2018, pero también la gente me gritaba, pero cuando se extralimitaban con gritos de temas homofóbicos, decía ‘aquí no’, y lo entendían. Con Tigres era eso una relación amor y odio, así es como se debía llevar la rivalidad. Sin Tigres no hubiera sido lo que fui en Rayadas”.
¿Cómo has visto la evolución en Rayadas?
“Mucho, y mucho tiene que ver Eva Espejo, mucho se decía que ella y yo no estábamos en buenos términos, es una mujer muy madura, muy centrada, ella sabe que yo también soy muy arrojada, en el capítulo era yo siendo futbolista y ella siendo entrenadora y es muy distinto ahora cómo nos llevamos, la madurez, la evolución, la cercanía de la edad, pero sobre todo ella es la culpable del crecimiento que tienen las Rayadas”.
¿Hoy por hoy Rayadas tiene el mejor equipo?
“Tiene área de oportunidad, como todo equipo, cuando tocas el cielo, de pronto, viene un declive, hay que trabajar desde otra creatividad para potenciar las jugadoras que tienen. Entonces, es un proyecto que tiene mucho por estallar y qué mejor que lograr un tricampeonato”.
¿Cómo ha sido tu transición de jugadora a analista deportiva?
“Es un cambio, pero llegué a una empresa extraordinaria. A mí me encanta estar con los mejores y llego a una empresa a nivel mundial, ESPN ha sido caer en nubecitas, así de nalguitas, se revienta la burbuja del deportista profesional y caer así, en algodoncito, ha sido espectacular. La transición ha sido de menos a más, pero lo más difícil fue el retiro”.
¿Ya tienes claros tus retos?
“Te voy a decir una cosa, no es lo mismo tener 27 años a tener 37 años, porque ahora digo que estoy en mi mejor etapa. De chiquita tenía sueños, pero no tenía dinero, ahora estoy en mi plenitud y tengo esa claridad de cuál sueño más. Quiero consolidarme en la televisión, tener esa voz que pueda pesar, tengo esa encomienda de ser ejemplo de una fórmula de éxito”.
Cae muy bien tu presencia en el foro M En la Vida y en la Cancha…
“Es la primera vez que me van a invitar a ser la moderadora de un foro tan importante, pero ya no sólo es participar, sino llevar los tiempos, ceder la palabra, exprimir lo mejor para sacar información valiosa, ese es mi trabajo”.