San Nicolás de los Garza.- El 11 de diciembre de 2011 quedó grabado en la memoria de todos los aficionados felinos. Aquella noche, el 'Volcán' rugió como nunca antes, porque después de 29 largos años, Tigres volvió a tocar la gloria. No fue solo un título, fue el fin de una espera que parecía interminable, el premio a la fidelidad de una afición que jamás dejó de creer.
El rival en la final era Santos Laguna, un equipo combativo que llegaba con la ilusión de arruinar la fiesta. Pero Tigres, con una generación de futbolistas inolvidable, tenía otros planes. Con un gol de ventaja conseguido en Torreón, los de Ricardo 'Tuca' Ferretti saltaron al Universitario con la determinación de escribir historia.
El primer grito de gol llegó al minuto 51, cuando Héctor Mancilla apareció en el área para empujar el balón y encaminar el título. La afición explotó, sintiendo que el sueño estaba más cerca. Doce minutos después, Danilinho amplió la ventaja tras un pase quirúrgico, y el júbilo se apoderó de San Nicolás.
Hubo un momento de tensión cuando Lucas Lobos tuvo la oportunidad de marcar de penal, pero Miguel Becerra, quien entró tras la expulsión de Oswaldo Sánchez por falta sobre Danilinho, detuvo su disparo. Sin embargo, la historia ya estaba escrita. En el minuto 86, Alan Pulido selló la victoria con el 3-1 definitivo (4-1 global).
El pitazo final desató la locura. Tigres era campeón, alzaba su tercera estrella y rompía con casi tres décadas de espera. Lágrimas, abrazos, cánticos… la noche en San Nicolás de los Garza fue mágica. Una historia que hoy sigue vibrando en el corazón de todos los incomparables.
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