San Nicolás de los Garza.- Hablar de Lucas Lobos es hablar del punto de partida en la época dorada de Tigres. Aunque no fue protagonista en múltiples Semifinales, su legado comenzó precisamente en una de ellas: la del Apertura 2011 ante Querétaro, donde fue clave para que los felinos rompieran una sequía de casi 30 años sin título de liga.
Aquella Liguilla culminó con la coronación en el Estadio Universitario y representó el único campeonato de Liga MX en la carrera de Lobos, el 'Flaco' que enamoró a la afición felina.
Lobos disputó 232 partidos oficiales con Tigres, marcó 68 goles y dio 55 asistencias. Fue durante años el máximo asistidor del club, y su influencia dentro del vestidor y en la cancha lo convirtió en un auténtico símbolo del equipo. Su liderazgo lo llevó a portar la cinta de capitán y recibir múltiples reconocimientos individuales, incluidos dos Balones de Oro de la Liga MX.
Este Clausura 2025, Tigres le rindió homenaje al incluirlo en el Anillo de Leyendas del Estadio Universitario, con una emotiva ceremonia durante el partido ante Xolos. Fue el reencuentro con Guido Pizarro —uno de los pocos que queda de su generación— y con la historia que él ayudó a construir.
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Naturalizado mexicano, Lucas Lobos incluso fue convocado a la Selección Nacional en el ciclo rumbo al Mundial de Brasil 2014. Su legado sigue vivo cada vez que Tigres pisa una Semifinal, porque sin Lucas Lobos, quizá esa era gloriosa jamás habría comenzado.
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