San Nicolás de los Garza.- Tras su paso por el América, donde vivió su primera etapa profesional, Sabrina Enciso llegó a Tigres Femenil para enfrentar un nuevo reto: adaptarse al estilo estructurado y disciplinado que propone Pedro Losa. La lateral mexicoamericana, que se define como una jugadora emocional y reflexiva, encuentra en este proceso una oportunidad de crecimiento dentro y fuera de la cancha.
“Yo creo que, para mí, Pedro es más de estructura. Se enfoca en mantenernos unidas, siempre jugando en conjunto. Sentí que allá era más como que cada quien podía hacer lo suyo, con un flujo más ofensivo en el movimiento. Siento que aquí el enfoque es más en lo defensivo, en los movimientos defensivos, y allá era más en lo ofensivo. Así que es como lo opuesto.”
En entrevista exclusiva para ABC Deportes, Enciso compartió cómo ha vivido su llegada al equipo felino, el contraste con lo que experimentó en Coapa y su deseo de convertirse en un ejemplo para las nuevas generaciones
—¿Cuál es la posición en la que te sientes más cómoda dentro de este nuevo sistema?
“Me gusta lateral mucho porque yo puedo entrar en la ofensiva y yo puedo y la defensiva, entonces yo puedo ir los dos, me gusta la verdad”.
—¿Qué significó para ti llegar a la Liga MX Femenil y vivir este momento de crecimiento?
“Para mí, es un placer y estoy muy agradecida de estar justo en este momento de crecimiento, porque siento que la liga cambia cada año; cada temporada es una liga distinta, con estándares diferentes”.
—¿Cómo ha sido adaptarte al clima y a la ciudad tras tu experiencia en Arizona y Ciudad de México?
“La verdad, estuve en Arizona por cinco años, así que el clima aquí, honestamente, es igual, muy parecido. Pero obviamente también estuve en Ciudad de México por tres años, y allá ahorita hace mucho frío, así que sí es muy diferente. Aquí siento que, como no hay altitud, puedo respirar mejor, y eso se siente bien”.
—¿Qué lugar ocupa tu familia en este camino profesional?
“Mi familia está muy, muy emocionada por mí, y obviamente yo no estaría en esta posición sin ellos. Desde que era pequeña, mis papás me llevaban a los entrenamientos después de la escuela, manejaban una hora y media para llevarme… ese tipo de compromisos que hicieron por mí, simplemente te dan ganas de devolverles todo eso de alguna manera”.
—¿Cómo vives el hecho de que niñas ya lleven tu nombre en la camiseta?
“La verdad, me emociona mucho porque yo fui como ellas en algún momento. Yo también admiraba a alguien que jugaba fútbol. Sé lo que se siente mirar a alguien y pensar: ‘Quiero ser como ella, quiero jugar como ella, quiero hacer lo que está haciendo’”.
—Tienes raíces mexicanas y estadounidenses. ¿Cómo ha sido vivir entre esas dos culturas?
“Siento que tener ambos lados fue una ventaja, porque, por un lado, no ocupo plaza de extranjera, y además tengo la posibilidad de jugar con doble nacionalidad”.
—Tu perfil más introspectivo ha llamado la atención en un vestidor tan ruidoso como el de Tigres. ¿Cómo lo manejas?
“Mi mente es muy ruidosa, y no es que no pueda concentrarme, pero me cuesta enfocarme solo en una cosa porque me meto mucho en mi cabeza, en mis nervios… y eso me complica, porque también dejo que otras personas entren, que me afecten cosas externas”.
—¿Qué escuchas antes de los partidos?
“No es que prefiera el silencio, lo que prefiero es meditar. Eso es lo que escucho cuando traigo audífonos puestos: una meditación”.
—¿Cómo vives el hecho de formar parte del 1% de mujeres que logra llegar al profesionalismo?
“Sigo viviendo un sueño que todavía no termino de procesar… pensar que solo el 1% de las mujeres llega al nivel profesional, y yo estoy aquí, jugando”.
—¿Qué mensaje le das a los Incomparables que te están conociendo por primera vez?
“No quiero que la gente sienta que no quiero estar aquí, porque en realidad tengo muchas ganas de conocerlos, de convivir, de estar cerca. Siento que eso es algo que me falta expresar mejor".