San Nicolás de los Garza.- Ángel Correa llega a Tigres como uno de los fichajes más importantes del torneo. Campeón del mundo con Argentina, con experiencia europea en LaLiga y la Champions League, y con la etiqueta de jugador polivalente. Pero la gran pregunta es: ¿dónde y cómo lo usaría Guido Pizarro en este nuevo Tigres?
Correa es un atacante versátil. A lo largo de su carrera ha jugado como extremo derecho, segundo delantero, centro delantero y también como mediapunta. Esa capacidad para adaptarse a distintas zonas del frente de ataque lo convierte en un comodín ofensivo para el esquema felino.
Una de las opciones más naturales sería colocarlo como segundo punta, detrás del ‘9’ nominal, que podría ser Gignac o Nico Ibáñez. Desde ahí, Correa puede moverse con libertad, asociarse entre líneas y explotar su regate y visión para asistir o pisar el área. Es una posición que ha ocupado con frecuencia en el Atlético de Madrid, donde era ese enlace entre el mediocampo y el ataque.
También podría actuar como extremo por derecha, perfil donde puede encarar, recortar hacia el centro o llegar a línea de fondo. En ese rol, sería clave para abrir la cancha, especialmente si Tigres opta por un sistema con interiores que lleguen al área.
Otra opción es como mediapunta o enganche, jugando por detrás del delantero, con libertad total para recibir entre líneas, girar, romper defensas y filtrar balones. Si Guido apuesta por un 4-2-3-1, ese sería un sitio ideal para Correa.
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Lo que es claro es que no viene a Tigres solo a decorar la plantilla. Llega a ser protagonista, a marcar diferencia en el último tercio del campo y a sumar desequilibrio, calidad y colmillo mundialista. Y en un equipo con tantos nombres, lo suyo será encontrar el espacio.
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