San Nicolás de los Garza.- En el Estadio Universitario hay un sonido que es tan Tigres como el gol que hace temblar las gradas o el rugido que baja desde las tribunas. Es una voz firme, cálida, imposible de confundir. Una voz que por más de medio siglo ha preguntado con el mismo entusiasmo:
—¿Quién va a ganar hoy?
Y que ha recibido, sin importar el marcador o el momento del torneo, la misma respuesta atronadora:
—¡Tigres!
Esa voz pertenece a José de Jesús Guerrero Martínez, a quien toda la afición conoce como Guerrerito, el hombre que desde 1968 ha sido el narrador invisible de la historia felina. Su trabajo no es solo anunciar alineaciones o cambios, sino marcar el ritmo emocional del Volcán, conectar a las 40 mil almas con el equipo que aman.
Nació en Iturbide, pero desde joven hizo de Monterrey su casa. Contador de profesión, locutor por vocación, encontró en el micrófono del Universitario un lugar donde podía unir sus dos pasiones: el deporte y la comunicación. Su estilo —cercano, sin artificios, con un toque de humor y complicidad— fue calando hondo hasta convertirse en parte de la identidad de Tigres.
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La frase que lo inmortalizó surgió sin plan previo, en medio de la adrenalina de un partido. Preguntó quién ganaría, y la respuesta fue tan fuerte y tan unánime que decidió repetirla. Así nació una tradición que hoy forma parte del ritual de cada encuentro en casa.
Desde su rincón de la cancha del Volcán ha sido testigo de noches gloriosas y amargas: el ascenso a Primera en la temporada 1973-74, el primer campeonato en 1978, la segunda estrella en 1982, las épocas oscuras y la resurrección con títulos recientes. Y en ese camino, ha vivido momentos únicos con los jugadores.
Antes de un partido contra Necaxa en 2022, el plantel lo invitó a posar en la foto grupal previa al silbatazo inicial, un gesto espontáneo que confirmó que para ellos es parte del equipo. André-Pierre Gignac le autografió una camiseta en muestra de respeto, mientras que Jesús Dueñas le obsequió la suya al finalizar un partido. En su homenaje por 55 años como voz oficial, Claudio “El Diablo” Núñez le entregó un jersey conmemorativo con el número 55, y hasta Florian Thauvin, tras un malentendido en un saludo, se fotografió con él y le ofreció disculpas públicas.
Su voz ha acompañado a padres que hoy llevan a sus hijos al estadio, a niños que crecieron coreando su pregunta y a jugadores que, antes de debutar, lo escuchaban desde la tribuna. En un futbol donde todo cambia —planteles, técnicos, formatos— Guerrerito es una de las pocas certezas.
El día que su micrófono se apague, el Volcán no sonará igual. Pero mientras siga preguntando “¿Quién va a ganar hoy?”, la respuesta seguirá uniendo gargantas y recordando que el futbol, más que un juego, es una historia que también se cuenta con voz.
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