Montevideo.- El ex mandatario uruguayo de 85 años José Mujica, anunció su retiro de la política activa, tras empuñar las armas, pasar por duras condiciones de cárcel e incorporarse luego al sistema político, donde exhibió un tremendo poder de seducción con un mensaje de austeridad y humanidad que caló hondo en el mundo.
"Tengo mi buena cantidad de defectos. Soy pasional. Pero en mi jardín hace décadas que no cultivo el odio. Aprendí una dura lección que me puso la vida: el odio termina estupidizando porque nos hace perder objetividad frente a las cosas. El odio es ciego, como el amor, pero el amor es creador y el odio nos destruye", dijo en un breve discurso de despedida en el Parlamento, tras agradecer elogiosas despedidas de varios legisladores.
Mujica dejó así la política activa, aunque aclaró que continuará asesorando a sus correligionarios cada vez que lo convoquen.
Nota relacionada..'Tontos bastardos', llama Donald Trump a CNN
Nacido en una zona obrera de Montevideo, trabajó durante su juventud como vendedor de flores para ayudar a la economía familiar tras la temprana muerte de su padre.
Testigo de las luchas obreras de los años 1950 cuando Uruguay daba sus últimos hálitos como la "Suiza de América", Mujica militó en Partido Nacional, para después, inspirado por la revolución cubana, decantarse por la acción armada en un país en democracia.
A mediados de los años '60 se sumó al Movimiento de Liberación Nacional MLN-Tupamaros, que actuó como guerrilla urbana y tiene en su haber varios robos, secuestros y asesinatos, hasta su derrota en 1972, previo a la dictadura que se instaló en 1973 hasta 1985.
Mujica comandó una de las "columnas" o grupos semiautónomos que integraban el MLN. Una de las acciones más importantes en las que participó fue la llamada "toma de Pando", una ciudad 35 km al este de Montevideo que los tupamaros invadieron el 8 de octubre de 1969. El episodio se saldó con la muerte de un civil, un oficial de policía, y tres guerrilleros.