Nueva York.- A 20 años de los ataques terroristas que Al Qaeda perpetró sobre Estados Unidos, vale recordar la memoria de algunos de las víctimas de nacionalidad mexicana que fallecieron aquella mañana del 11 de septiembre de 2001.
Si bien es cierto que el consulado mexicano contabiliza 16 víctimas tras aquel atentado, las autoridades estadounidenses solamente enaltecieron a cinco de ellos en los estanques gemelos del Monumento Conmemorativo, debido a que fueron los únicos que pudieron arrojar evidencia de ADN.
De acuerdo con la página oficial del memorial, la quinteta de compatriotas que perdieron la vida responden a los nombres de: Antonio Meléndez, Antonio Javier Álvarez y Leobardo López Pascual (oriundo de Puebla); Martín Morales (Zempoaltécatl, Tlaxcala) y Juan Ortega Campos (de Morelos).
Los cuatro primeros trabajaban en un restaurante llamado Windows of the World, que se encontraba en el piso 107 de la torre uno; por su parte, Ortega lo hacia en Fines and Shapiro.
Pudieron ser más mexicanos
En Nueva York existe la Asociación Tepeyac, institución que promueve los derechos de los inmigrantes mexicanos en este estado y que señala que es probable que hayan muerto más personas de sangre azteca, sin embargo muchos utilizaban identificaciones falsas, lo que hizo que su deceso se vea un tanto escondido.
La Asociación Tepeyac que promueve los derechos humanos de los inmigrantes mexicanos en Nueva York, señala que es probable que la cifra de mexicanos muertos sea mucho mayor, pero debido a su condición migratoria nunca se supo de su descenso, algunos utilizaban otro nombre o una identificación falsa, o simplemente no había registro de que trabajaban ahí.
Cabe aclarar que las familias de cadas uno de los cinco mexicanos recibieron un finiquito de parte del Fondo Federal de Compensación, así que se vieron compensados con cifras que oscilaban los 1.1 y 1.5 millones de dólares.