Italia. - Un despacho de abogados de Múnich acusan que el papa emérito Benedicto XVI sabía de la existencia de casos de abusos sexuales a jóvenes y menores cometidos por miembros de la Iglesia católica alemana cuando sucedían y tuvo en al menos cuatro de ellos una conducta reprochable.
Los autores del informe declararon que las más de mil 700 páginas que documentan casos sucedidos entre los años 1945 y 2019 son un "relato del horror".
En el documento hay cientos de casos cometidos durante décadas, hasta prácticamente el presente, y responsabiliza a las sucesivas jerarquías eclesiásticas de no haber actuado en consecuencia.
El papa emérito (Joseph Ratzinger) fue arzobispo de Múnich y Freising entre los años 1977 y 1982, y aunque el informe reprocha también la conducta de otros altos jerarcas de la Iglesia católica alemana, el relato que se refiere a Joseph Ratzinger es el que suscitó la mayor atención en la larga exposición de su contenido a la prensa.
Los responsables del informe consideran "poco creíble" la reacción del ahora papa emérito rechazando alguna de las alegaciones sobre el grado de conocimiento que llegó a tener de ciertos casos y sostienen, en cambio, que por parte de Ratzinger no hubo "ningún interés reconocible" en actuar frente a ellos.
Se muestran convencidos los investigadores de que Ratzinger tuvo conocimiento del caso del párroco identificado como Peter H., quien en 1980 fue trasladado del obispado de Essen al de Múnich tras haber sido acusado de pedófilo y que en su nuevo destino siguió cometiendo abusos.
En concreto se refieren a que aunque Ratzinger declara ahora que no participó en la reunión celebrada el 15 de enero de 1980 en la que se debatió sobre ese párroco, el registro oficial de ese encuentro constata que el entonces arzobispo hizo comentarios sobre un servicio fúnebre y sobre detalles de una conversación que había tenido con el papa Juan Pablo II.
El informe aborda al menos los casos de 497 personas, la mayoría de ellos hombres jóvenes y menores, y contabiliza a 235 presuntos autores de los abusos, de ellos 173 sacerdotes y 9 diáconos, aunque se presume que puede haber otros.
Los abogados llegan a la conclusión de que muchos de los sacerdotes y diáconos continuaron ejerciendo sus funciones después de conocerse su comportamiento; cuarenta de los religiosos siguieron prestando consejo espiritual y en 18 casos a pesar de haber sido objeto de una "condena relevante" por parte de sus superiores.