Kiev. – Dmytro Bilyi, hombre ucraniano que fue sacado de su hogar en Chornobaivka y trasladado a la fuerza hasta una prisión en la capital regional de Kherson por soldados rusos, detalló los presuntos actos de tortura que sufrió mientras fue encerrado durante cuatro días.
En el caso particular de Bilyi, él mencionó haber sido víctima de descargas eléctricas en diversas zonas del cuerpo como los genitales y las orejas, agresión que refirió haberla sentido “como el infierno en todo su cuerpo”.
“Quema muchísimo, es como si la sangre hirviera (...) Yo sólo quería que parase”, contó a The Associated Press.
Dicho medio de comunicación pudo contactar a cinco personas que sufrieron distintos tipos de agravios de parte de las fuerzas armadas rusas, pero todas coincidieron que fueron encerradas en celdas abarrotadas donde recibían escasas raciones de sopa aguada y pan.
Asimismo, los ucranianos eran obligados a aprenderse el himno de Rusia, esto mientras escuchaban los gritos de otros soldados que eran torturados en las celdas continuas.
Las víctimas mencionaron haber sido supuestamente obligadas a dar información sobre parientes o conocidos que tuvieran parentesco con el ejército ucraniano.
Otra persona que habló un poco del brutal episodio vivido fue un hombre identificado como Igor, detenido en septiembre, a quien le ordenaron quitarse la camiseta y poner sus manos en el metal de una puerta mientras recibía choques de una pistola eléctrica.
“¿Estás listo? Ahora vas a gritar como una perra (...). No saldrás de aquí, y te mataremos”, habría dicho un soldado ruso a Igor.
Este individuo de 22 años se dijo haber sido obligado a mantenerse despierto toda la noche mientras estaba sentado en una silla, esto luego de haber sufrido disparos con el arma de choques durante un periodo de tiempo superior a las dos horas.
Igor no fue liberado sino hasta dos días después, luego de escribir una carta en donde detalló información sobre un pariente de su tío que era buscado por los rusos.
Se han encontrado fotografías al respecto en algunos celulares de las personas que estuvieron presas, sin embargo, la documentación de los crímenes de guerra en Kherson serán una tarea exhaustiva ya que ninguna otra ciudad tan grande ha estado ocupada por Rusia por tanto tiempo, según dijo Brian Castner, asesor de crisis de Amnistía Internacional.
“Las pruebas deben reunirse y conservarse para mantener esa cadena de custodia, para que cuando haya justicia internacional, las pruebas sean sólidas y puedan exigirse responsabilidades a los autores”, informó.