Ciudad del Vaticano.- El Papa Emérito Benedicto XVI falleció hoy a los 95 años de edad en el monasterio vaticano en el que residía desde su histórica renuncia en 2013, y sus exequias serán la próxima semana, de forma sobria y solemne, siguiendo su voluntad.
Esto, luego de presentar algunos problemas de salud debido a su edad, según había informado El Vaticano en días pasados.
Sin embargo, el Papa Francisco había pedido al mundo entero que oraran por su salud pues había empeorado en las últimas horas.
La preocupación por el estado de salud del papa y teólogo alemán surgió el miércoles 28 de diciembre cuando su sucesor, Francisco, reconoció que estaba "muy enfermo" y pidió "una oración especial" a los fieles que asistían a su audiencia general.
Poco después, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó que la situación de Benedicto XVI se había "agravado a causa de su avanzada edad".
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El secretario personal del pontífice emérito, monseñor Georg Ganswein, había afirmado en repetidas ocasiones en los últimos años que este era como "una vela que se apaga lenta y serenamente" (Este enero publicará sus memorias de sus dos décadas a su servicio).
Un día después, la Santa Sede aseguraba que Benedicto XVI había "logrado reposar bien en la noche, estaba absolutamente lúcido y atento" y permanecía "estable" pese a la gravedad.
Una situación que prosiguió el 30 de diciembre, cuando presentó unas condiciones "estable" y pudo asistir a una misa celebrada en su habitación.
Sin embargo, Benedicto XVI, acompañado con las oraciones en templos de todo el planeta, afrontaba ya sus últimas horas de vida. De hecho, el portavoz aseguró que ya el miércoles el alemán había recibido el sacramento de la extremaunción. EFE