Washington.- El Gobierno de Estados Unidos presidido por Joe Biden advirtió este viernes a los gobernadores de los estados que están restringiendo el aborto que deben permitir esta práctica cuando la vida de la madre esté en riesgo.
El secretario de Salud, Xavier Becerra, envió una carta a los gobernadores recordándoles que las leyes que aprueben tienen que cumplir las normas federales que garantizan la protección de la salud de las mujeres.
Desde que el Tribunal Supremo de Estados Unidos tumbó la protección constitucional del derecho al aborto vigente desde 1973, muchos estados conservadores se han apresurado a aprobar leyes que lo restringen e incluso lo prohíben, también en casos de incesto o violación.
Ante estas acciones, el Gobierno de Biden aprobó recientemente una norma que obliga a todos los estados, tengan la ley relativa al aborto, a permitir las interrupciones del embarazo en caso de emergencia médica.
La carta advierte así que "las actuales o futuras leyes de restricción del aborto no acaban con la responsabilidad que los médicos tienen de proveer un acceso al cuidado sanitario de emergencia" según la ley federal, explicó la Casa Blanca en un comunicado.
La misiva también pide a los gobernadores de los estados que no hayan restringido el aborto que den facilidades para el acceso a mujeres procedentes de territorios en los que se les haya limitado o prohibido este derecho reproductivo.
Por su parte, el propio Biden insistió en una reunión con políticos del Partido Demócrata en la Casa Blanca en que los legisladores deben aprobar la protección al aborto por ley, aunque reconoció que en estos momentos los demócratas no disponen de la mayoría necesaria en el Senado.
"La única manera en la que esto ocurrirá es si el pueblo estadounidense lo hace ocurrir en noviembre", dijo el mandatario, en referencia a las elecciones de medio mandato, en las que los demócratas podrían obtener una mayoría aún más amplia en el Senado que les permitirá legislar sobre el aborto.
El Departamento de Salud estadounidense (HHS, inglés) elaboró además un plan de actuación "en respuesta a la decisión del Supremo", una guía que invita a los estados a extender el acceso a las mujeres de otros territorios que quieran viajar para recibir los tratamientos que les son negados en su lugar de residencia.
"Desde la decisión del Supremo hemos conocido duras historias de mujeres que no acceden al cuidado que necesitan por las nuevas leyes de restricción al aborto, y hemos visto Cámaras legislativas que tratan de confundir a las mujeres diciendo que las protegen mientras convierten en un crimen el aborto", lamentó Becerra.
El secretario de Salud prometió que su departamento seguirá tomando "medidas concretas como la invitación de hoy a los gobernadores para proteger el acceso de las mujeres a cuidados reproductivos, incluido el aborto".
Por otra parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, lamentó en un comunicado la entrada en vigor de nuevas leyes que prácticamente prohíben el aborto en Idaho, Oklahoma, Tennesee y Texas y que lo "criminalizan" sin excepciones ni siquiera para los casos de violación o incesto.
Es, dijo la portavoz, "el último ataque contra los derechos fundamentales de los estadounidenses" y forman parte del esfuerzo del Partido Republicano para "retrotraer las libertades" que el país tenía desde hace medio siglo.
"El Congreso debería actuar inmediatamente para restaurar la protección de ´Roe contra Wade´ (la sentencia que garantizó en 1973 el derecho al aborto) y el pueblo estadounidense debería hacer oír su voz", dijo Jean-Pierre en un mensaje de carta a las elecciones de medio mandato de noviembre.