Perú.- La Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), la más antigua del continente, se convirtió en el albergue de los manifestantes antigubernamentales que llegan a la capital desde diversos departamentos del país, para la marcha multitudinaria convocada en Lima.
Un grupo de estudiantes de la Federación Universitaria de San Marcos (FUSM) tomó el campus de la universidad para dotar a los manifestantes de un lugar para descansar, según anunciaron mediante una carta publicada en redes sociales, en la que también solicitan una mesa de diálogo con la rectora de la institución educativa.
Por su parte, el Consejo universitario anunció a través de un comunicado, que una comisión integrada por personal de la casa de estudios y una representante estudiantil, acompañados por la Defensoría del Pueblo, establecerán un diálogo con los manifestantes que se encuentran al interior de la Ciudad Universitaria.
En cuanto a la toma de la UNMSM, una alumna de Derecho explicó que no es una toma total de la universidad e indicó que el acceso por las distintas puertas es libre, pese a que el acceso al interior de la instalación para los medios de comunicación se encuentra bloqueado.
“Se está dando la apertura como alojamiento y punto de acopio. Es decir, la recepción de las donaciones del pueblo peruano en solidaridad a las luchas, que se han prendido en nuestro país”, dijo la universitaria que evitó ser identificada, en vista de que la rectora, Jerí Ramón, ha anunciado sanciones para los estudiantes que permitieron el ingreso de los manifestantes al campus.
A lo largo de la madrugada, varios autobuses de doble piso ingresaron en el centro de estudios con la ayuda de un grupo de estudiantes, quienes solicitaron víveres a los vecinos de Lima para poder atender a las personas que allí van a pasar la noche.
“La sangre derramada jamás será olvidada”, dicen en referencia a las 50 personas muertas desde el inicio de las protestas el pasado 9 de diciembre, algunas de las pancartas que cierran el paso en las puertas de la universidad, donde un grupo estudiantil controla el acceso a las instalaciones.
Por su parte, la rectora solicitó que la sede de la universidad sea desocupada por los manifestantes.
“Es un grupito de alumnos que no llegan ni a treinta, los demás son personas camufladas. San Marcos siempre ha sido política, eso no se critica, sino la forma. No se puede permitir el uso y abuso de esa libertad”, aseguró la rectora.