Washington.- El presidente estadounidense, Joe Biden, consideró este jueves que no se debe permanecer callado ante la violencia provocada por el odio hacia ciertas comunidades en el país y subrayó que no alzar la voz alienta esa problemática.
Su discurso tuvo como foco la comunidad asiática, después de que el sábado por la noche un tiroteo en una sala de baile en Monterey Park en California, poco después de la celebración del Año Nuevo chino se saldara con la muerte de once personas.
El agresor, de origen asiático, se suicidó el domingo de un disparo tras ser acorralado por las fuerzas del orden.
"El odio no puede tener un puerto seguro en Estados Unidos. Nadie merece ser tratado con odio. Todos merecemos dignidad y respeto. (...) Es muy sencillo. El silencio es cómplice. No podemos quedarnos callados. Yo no lo haré", dijo durante la celebración en la Casa Blanca del Año Nuevo Lunar.
La organización de encuestas e investigación Pew indicó el pasado mayo que un tercio de los estadounidenses de origen asiático admitían haber cambiado sus rutinas diarias preocupados por las amenazas recibidas.
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Biden recalcó que esa comunidad ha sufrido un incremento del odio en su contra.
En el caso de Monterey Park, el agresor acudió a una segunda sala de baile tras su primer ataque pero allí se vio obligado a huir tras ser desarmado por un joven, Brandon Tsay, también de origen asiático.
"Brandon es un auténtico héroe. (...) Creyó que iba a morir, pero en lugar de salir corriendo, pensó en la gente que estaba dentro. En ese momento siguió su instinto y se dejó llevar por su valentía. (...) Tiró al suelo a un hombre armado y le quitó una pistola semiautomática", alabó Biden. EFE