Jerusalén/Washington.- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, conversó esté sábado por teléfono con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, la quinta charla que mantienen ambos desde el ataque contra Israel por el grupo islamista palestino Hamás y que ha desencadenado la actual situación de guerra en la franja de Gaza.
En un comunicado de su oficina se indica que Netanyahu agradeció a Biden el profundo apoyo de Estados Unidos a Israel, así como las visitas del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y del de Defensa, Lloyd Austin, en los últimos días. Los dos acordaron seguir en contacto, añade su oficina.
Posteriormente, en un comunicado, la Casa Blanca detalló que Biden aprovechó para hablar con Netanyahu de la coordinación de Estados Unidos con la ONU, Egipto, Jordania, Israel y otros países de la región para garantizar que "los civiles inocentes tengan acceso a agua, alimentos y atención médica".
El gobierno estadounidense ha dicho anteriormente que está trabajando con Israel para establecer "zonas seguras" dentro de la Franja de Gaza para evitar la muerte de civiles, ante la posibilidad de que Israel inicie pronto una invasión terrestre.
Asimismo, Biden reiteró a Netanyahu el apoyo "inquebrantable" de Estados Unidos a Israel y enfatizó la necesidad de que todos los países condenen de manera inequívoca a Hamás "como una organización terrorista que no representa las aspiraciones del pueblo palestino".
Te podría interesar
Antes de la llamada telefónica con Biden, Netanyahu había conversado telefónicamente con el canciller alemán, Olaf Scholz; el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, acerca de la actual situación en Gaza, informó la Oficina del Primer Ministro.
Según un comunicado de esa oficina, los tres líderes europeos “expresaron su apoyo inquebrantable a Israel”. Parece inminente una invasión terrestre a Gaza por parte del ejército de Israel para desarticular a Hamás, autor del ataque del pasado día 7 contra Israel en el que murieron más de mil 300 ciudadanos de este país, la mayoría de ellos civiles. EFE