Estados Unidos. - La Corte del Distrito de Columbia, en Estados Unidos, emitió ayer una orden para endurecer las condiciones de liberación supervisada de Emma Coronel, esposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
En la orden, el juez Rudolph Contreras determinó que Coronel, quien fue liberada el 13 de septiembre tras cumplir una sentencia reducida, deberá entregar a su oficial probatorio o a cualquier agente de la ley que se lo requiera, sin necesidad de una orden.
Coronal tendrá que presentar información sobre sus propiedades, residencia, vehículo, documentos, computadoras, teléfonos móviles, comunicaciones electrónicas, artefactos de almacenamiento de datos, cuentas de correo electrónico, de redes sociales, de almacenamiento en la nube, y demás bajo el control de la acusada, a la menor sospecha razonable de una violación de sus condiciones de supervisión o de una conducta ilegal.
Además, el juez exige a la acusada entregar al oficial probatorio una autorización firmada para consultar su historial crediticio, sus declaraciones de la renta federales, entre otros datos.
Emma espera cosas buenas de la vida
En una breve charla con la periodista Emily Palmer, Coronel Aispuro se mostró con fe de que a su vida lleguen cosas positivas después de haber permanecido encerrada por casi tres años.
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“Espero muchas cosas buenas y hermosas en mi vida”, dijo Emma a la reportera de investigación.
En el reportaje titulado ‘La Vida como Esposa de El Chapo’, la pareja del capo sinaloense se dijo sentirse emocionada de volver con sus hijas y disfrutar de momentos de calidad con ellas y su familia en general.
Emma Coronel evitó hablar sobre sus planes profesionales y acusó que, de hacerlo, podría jugarle en contra de tal forma que no se concreten.
El trabajo periodístico es extenso y habla de prácticamente toda la vida de Emma Coronel, tocando temas previos al momento cuando conoció a quien sería su futuro.
De la misma manera, relata cómo era la relación que sostuvo con Guzmán, quien regaló al padre de su pareja un Chevy Cheyenne 4x4 y un Mercedes-Benz.
Mientras Emma disfruta las ventajas de su libertad condicional, Joaquín Guzmán Loera enfrenta una sentencia de cadena perpetua en Estados Unidos por delitos relacionados con narcotráfico y una conspiración para cometer homicidio a través del Cártel de Sinaloa.