Roma.- Más de cuatro mil migrantes llegaron a las costas italianas este fin de semana, con la isla Lampedusa como el principal destino de las embarcaciones, en su mayoría procedentes de Túnez, saturando la capacidad de algunos puertos.
La Guardia Costera de Italia localizó los cuerpos sin vida de cuatro migrantes después de que dos lanchas naufragaran el sábado en aguas cercanas a la isla de Malta, donde ya habían localizado otros siete cadáveres, informó la prensa local.
Italia y Malta vieron como el número de barcos que viajan en condiciones precarias por el Mediterráneo central se ha multiplicado, mientras Túnez asegura haber detenido la salida de más de 70 lanchas en medio de una ola que no cesa desde hace semanas y que ha dejado, al menos, una treintena de muertos en las costas tunecinas.
Solo en la isla de Lampedusa hay más de 2 mil 400 migrantes en un albergue con capacidad para 400 personas, tras los sucesivos desembarcos de lanchas y buques pesqueros que han ido llegando en las últimas 48 horas, informó la televisión pública Rai.
Unos 200 migrantes están siendo trasladados a la isla de Sicilia, mientras que otro buque partió con 600 pasajeros con destino a la región de Calabria, en el sur peninsular de Italia.
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"Lampedusa sigue haciendo lo que mismo desde hace 30 años, con mucha dificultad pero también con mucha humildad, que es salvar vidas humanas y dar dignidad a toda Europa que sigue mirando impotente", apuntó el alcalde de Lampedusa, Filippo Mannino, en declaraciones a la televisión italiana.
En la región de Calabria, llegaron en la tarde del viernes otros 550 migrantes, la mayoría de los cuales desembarcó en Crotone, la localidad en la que hace un mes murieron 91 personas tras un naufragio.
El barco de Médicos sin Fronteras (MSF), el Geo Barents, llegó esta tarde al puerto de Bari tras rescatar a 190 migrantes, y otro buque, el Life Support de la ONG Emergency, socorrió a 161 personas en tres rescates diferentes durante la jornada de ayer.
Además, el barco "Ocean Viking", de la ONG SOS Mediterranee, denunció que tuvo que detener sus operaciones de salvamento tras ser amenazada con disparos al aire por la guardia costera de Libia en aguas internacionales. EFE