Ciudad de México.- Luego de los enfrentamientos que se han suscitado entre las Fuerzas Armadas de Sudán y el grupo paramilitar de Apoyo Rápido (FAR), el cual, de acuerdo a la agencia informativa EFE, a dejado a más de 50 civiles muertos, el canciller Marcelo Ebrard informó que desde la Secretaría de Relaciones Exteriores ya se está en contacto con las y los mexicanos que se encuentran en Sudán.
A través de un mensaje en su cuenta oficial de Twitter, Ebrard mencionó que será a través de la Embajada en Egipto que brindarán todo el apoyo a los mexicanos para acelerar su salida de aquel país.
¿Qué sucede en Sudán?
Los violentos enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas de Sudán y el poderoso grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) continuaron hoy por segundo día consecutivo y dejaron, hasta el momento, más de 50 civiles muertos en todo el país en medio de numerosos llamamientos para alcanzar una tregua.
Aparte de los combates, la jornada estuvo marcada por un tímido cese de hostilidades de tres horas y la apertura de un corredor humanitario en las zonas residenciales que permitió que muchos sudaneses atrapados en escuelas, oficinas u otras instalaciones pudieran regresar a sus hogares, así como dirigirse al hospital.
Según el Sindicato de Médicos sudanés, cinco civiles fallecieron este domingo 16 de abril por la violencia en Jartum y en la conflictiva zona de Darfur, en el oeste del país.
Asimismo, el Comité Central de Médicos indicó que hasta el momento ha registrado un total de 56 civiles fallecidos, además de casi 600 heridos también entre las filas de los uniformados, pero alertó que la cifra podría ser muy superior porque los equipos de emergencia no tienen acceso a varias zonas del país por la intensidad de los combates.
Llamamientos al diálogo
La alianza opositora civil Fuerzas de la Libertad y el Cambio (FLyC), la principal agrupación civil en Sudán, se pronunció hoy tras permanecer en silencio durante toda la jornada del sábado, cuando estallaron los combate entre el Ejército y las FAR.
Las FLyC son la agrupación civil más relevante del país, y antes de que se iniciaran los choques estaba negociando un acuerdo político con los paramilitares y uniformados que perpetraron el golpe de Estado de 2021.
Así, urgieron al Ejército y a las FAR a "detener los enfrentamientos militares de inmediato y regresar a las mesas de negociación", un llamamiento que fue desoído por las partes beligerantes.
Los países de la Liga Árabe, por su parte, preocupados de que una escalada en Sudán pueda desestabilizar la región, celebraron una reunión urgente a petición de Egipto y Arabia Saudí para abordar la situación en el país africano.
La reunión terminó con la elaboración de un comunicado final en el que los miembros de la organización panárabe exigieron el cese de los combates y el retorno a la vía pacífica.
Asimismo, anunciaron la disposición de la Liga Árabe a "hacer todo lo posible para ayudar a Sudán", al tiempo que el representante sudanés en el organismo, Al Sadiq Omar Abdalá, afirmaba que lo que está sucediendo en su país es un "asunto interno" que no debe dar paso a "interferencia internacional".
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Una tregua de tres horas
La buena noticia de la jornada fue la apertura de corredores humanitarios en las zonas residenciales en Sudán, un pacto alcanzado entre las FAR y el Ejército a propuesta de la ONU que se cumplió y permitió el movimiento de los sudaneses que habían quedado atrapados desde la mañana del sábado.
Esta suerte de tregua permitió el desalojo de 450 niños y niñas de un colegio del centro de Jartum, en el que habían permanecido encerrados durante más de 24 horas sin acceso a servicios básicos, puesto que los bombardeos y ataques de artillería interrumpieron la electricidad, el agua potable y las telecomunicaciones durante horas.
Y es que, según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), los enfrentamientos se están produciendo en las proximidades de zonas densamente pobladas de Jartum y otras ciudades del país. Las organizaciones internacionales han hecho numerosos llamamientos al cese de las hostilidades, que también han afectado directamente a trabajadores humanitarios.
Entre ellos el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que ha decidido suspender temporalmente sus operaciones en Sudán tras la muerte de tres de sus empleados en actos de violencia en Darfur septentrional, informó hoy Cindy McCain, directora ejecutiva del organismo.
Además, la ONU denunció que varias instalaciones humanitarias fueron saqueadas durante el caos desatado por los enfrentamientos, mientras que el secretario general de la organización, António Guterres, pidió que los responsables de las muertes de civiles y trabajadores del PMA en Sudán comparezcan ante la Justicia sin demora. EFE