Bilbao. – Una persona privada de su libertad en la cárcel de Álava, en España, se reencontrará con su perro antes que éste sea sacrificado por su deteriorado estado de salud.
El hombre, que se encuentra en el Centro Penitenciario de Martutene, ya recibió luz verde de parte del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 del País Vasco, así que es cuestión de horas para que reciba la visita de su mascota, con quien sostendrá un cara a cara.
De acuerdo con Infobae, el juez accedió a la petición del interno, quien hizo tal solicitud el pasado mes de junio, cuando conoció que su perro iba a ser sacrificado.
Antes de esto, el juez tuvo contacto con el psicólogo de la prisión para que le ayudara a argumentar una decisión al respecto, y finalmente hubo autorización con ciertas condiciones de por medio.
Por ejemplo, el perro utilizará un bozal y estará atado con correa durante el cara a cara que sostendrá con su amo.
Además, en caso de que el animal ensucie la zona del encuentro, la limpieza correrá a cargo del interno, según la resolución judicial.
La solicitud hecha por el recluso pasó por distintas trabas, y es que en primera instancia fue rechazada por el Centro Penitenciario al alegar que el complejo no permite contactos en la cárcel con animales de compañía.
Ahora lo que sigue es que el solicitante aporte el certificado veterinario que confirme la necesidad de sacrificar al can, para tener así un último encuentro con él desde la cárcel de Iruña de Oca.
Si bien el permiso puede ser un gesto de compasión de parte del juez, a la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) no le pareció correcta la resolución, y cuestionó las medidas que se tomarían en caso de que el animal adopte un comportamiento agresivo en su visita.