Grindavík. – Islandia fue víctima de una nueva erupción volcánica al norte de Grindavik, donde apenas un mes antes había ocurrido un evento de estas características.
Inicialmente hubo un aceleramiento violento de actividad sísmica en esta comunidad, que se ha visto fracturada por el nacimiento de grietas y zanjas que demuestran el riesgo que se vive en la región.
La Oficina Meteorológica de Islandia (OMI) avisó ayer domingo la apertura de una nueva grieta a ambos lados de las defensas que se habían construido en la zona.
Por su parte, el presidente islandés, Gudni Th. Johannesson, dijo en un mensaje televisado que con esta situación, había comenzado un “periodo tumultuoso en península de Reykjanes”, con el despertar de un sistema volcánico que tenía tiempo en estado inactivo.
Grindavik fue desalojada ante riesgo por presencia de lava
Antes de que la lava llegara a Grindavik, las autoridades ordenaron a la población que abandonaran dicha localidad.
El desalojo se repitió, y es que apenas el pasado mes de diciembre había ocurrido algo similar, cuando un volcán hizo erupción hacia Grindavík tras varios días de intensa actividad.
En aquella ocasión, después de que la situación fue controlada, los pobladores regresaron a sus casas el 22 de diciembre.
Desde entonces, trabajadores de emergencias habían colaborado en la construcción de murtos defensivos con los cuales se pudo detener gran parte del flujo de la lava, hasta que llegó la nueva erupción este fin de semana.
Si bien no se han registrado muertes por la llegada de lava volcánica a Grindavik, vale hacer mención que la semana pasada se reportó la desaparición de un trabajador que cayó a una grieta abierta por el volcán.
La búsqueda se mantuvo por varios días hasta que la policía detuvo la operación ante dos factores: las nulas pistas obtenidas y la peligrosidad que significaba esta abertura para el resto de los rescatistas.