Harare. – La fauna de Zimbabue está sufriendo diversas problemáticas que coadyuvaron a la muerte de 160 elefantes entre agosto y diciembre del año pasado.
El dato fue reportado por la Autoridad de Gestión de Parques y Vida Silvestre de aquel país, y atribuyó gran parte de este fallecimiento masivo a la sequía que se padece en el parque nacional Hwange.
La falta de lluvia en la región desencadenó que los elefantes sufrieran mala nutrición y temperaturas altas, factores que terminaron por adolecer los animales.
El portavoz de la Autoridad, Tinasho Farawo, declaró que los cadáveres de los elefantes fueron encontrados a una distancia de entre 50 y 100 metros de las fuentes de agua.
Además, en base a los resultados preliminares de los análisis hechos, se comprobó que de los animales que murieron, algunos eran jóvenes, otros viejos y otros con ciertas enfermedades.
Por lo anterior, es válido hacer mención que el origen de la sequía vino a raíz de El Niño, que es un fenómeno meteorológico que se da cada cierta cantidad de años por el calentamiento del océano Pacífico.
El Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW), mencionó que El Niño es capaz de retrasar cinco semanas las lluvias de verano, algo que termina por afectar a todos los seres vivos por igual.
Por otro lado, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU detalló que la mayor parte de Zimbabue había recibido menos del 50 por ciento de las precipitaciones acumuladas estacionalmente en comparación con el promedio a largo plazo.
Las autoridades se encuentran preocupadas porque para este 2024 el panorama no cambiará mucho, de hecho, Trevor Lane, cofundador y director del grupo conservacionista Bhejane Trust, apuntó que, si bien tratarán de implementar medidas para mitigar esto, al final del día se tratará de la “supervivencia del más apto”.
Como resultado de la sequía, los elefantes en Zimbabue han tenido que recorrer un largo camino hacia otros países donde el impacto de la falta de lluvias ha sido menor.
Algunos paquidermos ya se han desplazado a Botsuana, por ejemplo, mientras que otras especies como ñus y cebras han abandonado el parque nacional de Hwange.