Tokio.- Japón reporta este lunes 168 muertos y más de 320 desaparecidos a una semana del terremoto de magnitud de 7.6 que golpeó el centro el pasado 1 de enero.
De acuerdo con las autoridades japonesas, las labores de asistencia a damnificados, búsqueda y rescate de víctimas aún continúan obstruidas por los daños a las carreteras y la presencia de nieve.
Además, dieron a conocer que la mayoría de los fallecidos son de las localidades de Suzu y Wajima, en donde también se llevan a cabo tareas de rescate y localización. En dicha zona, más de 450 residentes resultaron con diversas heridas tras el devastador sismo.
El ingreso por tierra a la península de Noto, que es uno de los lugares más afectados por el terremoto, quedó totalmente bloqueado por los grandes cortes de carreteras dañadas por el fuerte terremoto o por los desprendimientos de roca, caídas de postes y edificios.
Japoneses claman por agua y comida
Miles de habitantes de la pequeña ciudad japonesa de Shika hicieron largas filas frente a la alcaldía, esperando los seis litros de agua asignados a cada persona tras el potente terremoto que sacudió el país.
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Los habitantes también hicieron fila frente a los supermercados para abastecerse, aunque algunos comercios están cerrados por falta de suministros.
En total, 150 sismos sacudieron Japón entre el pasado lunes y martes. El más fuerte alcanzó una magnitud de 7.6.
Los daños en la casa de Tsugumasa Mihara fueron leves: apenas unos platos rotos en el suelo de la cocina. Y a diferencia de muchos otros habitantes, tiene electricidad.
Pero el problema, explica, es el agua, ya que la red de agua potable de Shika, así como de muchas otras ciudades de la península de Noto, quedó dañada.
Muchos otros ciudadanos de la península corrieron con menos suerte. Varios edificios y casas se derrumbaron como consecuencia de las sacudidas.