Bolivia.- El expresidente de Bolivia, Evo Morales, denunció ayer que el vehículo que lo trasladaba hacia la emisora en la que habitualmente conduce su programa de fin de semana recibió 14 disparos, por parte de desconocidos que hirieron al chofer del político.
El exmandatario declaró a la radio cocalera Kawsachun Coca que la persecución de su vehículo por otros dos en los que viajaban los agresores se produjo a las 06:25 horas, tiempo local, en el trayecto entre la localidad de Villa Tunari y Lauca Ñ, en el Trópico de Cochabamba.
Morales relató que observó que dos o tres camionetas seguían su coche, por lo que su chofer “desvió” su trayecto, pero la persecución no cesó. “Ahí me di cuenta que era un operativo”, mencionó.
“A mí me ha sorprendido, felizmente salvamos la vida”, señaló el ex presidente, quien dijo haber contado al menos 14 disparos.
El suceso quedó registrado en un video de cuatro minutos que filmó una mujer que estaba en el coche con Morales, y que muestra una parte del suceso.
“¡Agáchate, presi; agáchate, presi!”, le decían a Morales, los dos ocupantes del vehículo, mientras el también líder del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) hablaba por teléfono intentando alertar sobre lo que acontecía.
El ex presidente acusó ayer al gobierno del presidente Luis Arce de buscar “eliminarlo” con el ataque armado. Por su parte, Arce condenó la violencia en la política y ordenó “una inmediata y minuciosa investigación para esclarecer este hecho”.
No obstante, algunos líderes sociales afines al Ejecutivo consideraron que el suceso fue un “autoatentado”.
Mandatarios afines repudian ataque
Gobiernos y dirigentes políticos afines al ex presidente boliviano Evo Morales repudiaron ayer el ataque que sufrió.
El presidente colombiano Gustavo Petro fue uno de los dirigentes latinoamericanos que se pronunció sobre el atentado, al rechazar la agresión del “fascismo” contra Morales.
Por su parte, el mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, reprobó el ataque, al tiempo que expresó su solidaridad con Evo.
La expresidenta de Argentina, Cristina Fernández, calificó el incidente como un “criminal atentado” y la gobernante de Honduras, Xiomara Castro, también repudió la agresión.