Ucrania.- Un reciente estudio ha dado a conocer que los lobos mutantes de Chernobyl han desarrollado características de salud únicas contra el cáncer.
Expertos dedicados a la investigación, refieren que estos animales han vagado libremente por la zona durante décadas, lo que explicaría su evolución.
Los científicos de la Universidad de Princeton en Estados Unidos, desde hace 10 años, comenzaron con la investigación de los lobos grises en la zona de Chernobyl.
“Sabíamos que los lobos en Chernobyl han estado allí, en este punto, durante unas siete u ocho generaciones. Por lo tanto, han estado expuestos durante toda su vida a los efectos radiactivos del lugar.
"Al comprender cómo la selección natural ha moldeado los organismos para que aún sobrevivan y se reproduzcan, estudiar ese proceso puede llevarnos a nuevos conocimientos para tratar esta terrible enfermedad (cáncer)", explicó Shane Campbell-Staton, investigador en el Princeton a cargo del estudio, del que sólo se ha publicado el adelanto.
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Por su parte la doctora Cara Love, bióloga evolutiva y ecotoxicóloga de la Universidad de Princeton en Estados Unidos y coautora del estudio, ha estado estudiando cómo sobreviven los lobos de Chernobyl, pese a que la zona es muy radiactiva.
La experta refirió que en 2014 su equipo colocó collares de radio a estos animales para poder controlar sus movimientos.
“Estos collares nos dicen en tiempo real de dónde están los lobos y a cuánta radiación están expuestos”, afirmó.
También tomaron muestras de sangre para saber cómo responden los cuerpos de los lobos a la radiación que causa cáncer.
El estudio, presentado el mes pasado, informa que los lobos están expuestos a más de 11,28 milirem de radiación cada día durante toda su vida, lo que supone más de seis veces el límite legal de seguridad para un ser humano.
Love y su equipo descubrieron que los lobos tienen sistemas inmunológicos alterados similares a los de los pacientes con cáncer sometidos a tratamiento de radiación.
Asimismo identificaron partes que parecían resistentes a un mayor riesgo de cáncer.
“Un cachorro que nace en la zona de exclusión de Chernobyl, desde el primer día, está expuesto a la radiación del medio ambiente, y ese cachorro vivirá media década o más y, cada día, estará continuamente expuesto a esa radiación. Están comiendo bisontes europeos que antes comieron pasto y otra vegetación que fue infundida con radiación. Y sabemos que la radiación causa mucho daño al cuerpo de los mamíferos.
“Sin embargo, sorprendentemente no desarrollaron cáncer; en cambio, la sangre de los lobos mostró patrones que se esperarían de una persona con cáncer”, aclaró Campbell-Staton.
El experto señaló que las investigaciones continuarán para confirmar realmente lo que está pasando con estos animales y de esta forma saber si existe alguna cura para el cáncer.
“En este caso, el escenario más probable es que dentro de Chernobyl exista cierto grado de variación permanente en estos genes que afectan la forma en que interactúan con la formación o proliferación del cáncer o metástasis. Y algunas de esas mutaciones son mejores para lidiar con esas cosas que otras.
"Aún no sabemos lo suficiente como para entenderlo realmente, pero está claro que algo especial está sucediendo”, concluyó el experto.