México. - La idea de despavimentar es simple: reemplazar la mayor cantidad de concreto, asfalto y otras formas de construcción urbana con plantas y tierra para evitar inundaciones, hidratar el suelo, alimentar pozos y ríos subterráneos; impulsar la reforestación y disminuir el calor.
En resumen, lo que pretenden los promotores de esta tendencia es traer a la naturaleza de regreso a las ciudades que sufren de sequía y calor extremo, como Monterrey y las principales ciudades de México.
La idea empezó surgió en la ciudad de Berkeley, California, desde los años 80 por iniciativa del filósofo americano Richard Register, pero se enfocó a estacionamientos abandonados para crear pequeños partes urbanos.
En 2008 la idea empezó a recobrar auge en la ciudad de Portland, Estados Unidos, cuando se fundó el grupo Depave. Después el ejemplo se llevó a Argentina, Canadá, España, Bélgica y Francia.
Los creadores de este programa en Estados Unidos señalaron a la BBC que despavimentar permite algo muy simple: que el agua que cae en las ciudades pueda ser absorbida por la tierra y, de ese modo, se eviten las inundaciones que asolaban a Portland.
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También hace que las plantas silvestres puedan crecer en el espacio urbano y, al sembrar más árboles, se puede producir más sombra, lo que a su vez protege a los habitantes de las ciudades de la radiación solar y las olas de calor, sin contar con que expandir el área verde en una ciudad puede ayudar a la salud mental de las personas.
El grupo ha logrado despavimentar cerca de 33 mil metros cuadrados de asfalto en Portland desde 2008, superficie equivalente a cuatro campos y medio de futbol.
Puede sonar a un esfuerzo muy pequeño, pero los organizadores aseguran que cerca de 83 millones de litros de agua de lluvia al año se han ahorrado al evitar que entren en el sistema de drenaje de la ciudad.
Pero si despavimentar realmente se puede convertir en una solución, se tendrá que expandir mucho más allá de lo que puedan hacer unas decenas de voluntarios.
Con la crisis del cambio climático agudizándose, ciudades y regiones enteras han comenzado a adoptar la despavimentación como parte de su estrategia para adaptarse a los nuevos tiempos.
Es hora, dicen algunos, de comenzar a retirar el concreto de las calles de una forma más efectiva para crear mejores espacios para la naturaleza.
Ciertamente, estudios han demostrado que las superficies impermeables como el concreto incrementan los riesgos de inundaciones en las áreas urbanas.
También Canadá y Bélgica Green
Venture es otra organización sin ánimo de lucro que funciona en Ontario, Canadá, inspirada por el trabajo que se hacía en Portland y han logrado insertar pequeños jardines con árboles nativos en la ciudad de Hamilton.
“Antes eran lugares por los que pasabas rápido y ahora son sitios en los que te puedes parar y ponerte a charlar. O simplemente pararte a leer el periódico”, explica Giuliana Casimirri, la directora ejecutiva.
En Hamilton, las inundaciones pueden hacer que las aguas residuales se mezclen con los afluentes del lago Ontario, que es la principal fuente de agua potable para la ciudad.
Casimirri cuenta que ella y sus colegas, con apoyo de otras organizaciones locales buscan reducir las posibilidades de que eso ocurra.
Baptist Vlaeminck es líder de un proyecto de adaptación local al cambio climático en Lovaina, Bélgica, y calcula que sólo en 2023 la retirada de 6 mil 800 metros cuadrados de concreto permitió que 1.7 millones de litros de agua pudieran ser absorbidos por la tierra cuando caen las lluvias.
“Con el cambio climático, se van a incrementar las tormentas, por lo que despavimentar no es sólo algo lindo, es una necesidad”, señala. La pregunta ahora es si las autoridades de la ciudad son conscientes de ello, pues en muchas partes del mundo la despavimentación es vista como una actividad marginal.
Surge tendencia durante años 80
En los Estados Unidos inició el movimiento de despavimentación de áreas urbanas desde los años 80.
Uno de los principales activistas de la despavimentación es el filósofo americano Richard Register, quien aboga por la arquitectura ambientalista desde hace casi 40 años, su máxima “piensa en grande, actúa en pequeño”, se ha vuelto uno de los lemas más usados a favor de la ecología a nivel mundial.
Register ha coordinado la despavimentación de terrenos de la pequeña a mediana escala en la ciudad de Berkeley, California, desde los años 80.
El concepto detrás de sus acciones es la liberación de la tierra de esta corteza nociva que impide a las plantas crecer sobre la superficie de las ciudades.
Sus proyectos han transformado antiguos estacionamientos abandonados y calles por las que no transitaban vehículos en áreas verdes y pequeños parques urbanos comunitarios.
En la actualidad existen numerosos grupos activistas que argumentan a favor de la necesidad de reconsiderar el uso del bitúmen y alquitrán como los únicos materiales viables para la pavimentación de calles y carreteras, ya que su impacto es altamente nocivo al medio ambiente.