Atenas, Grecia.- La “Cuna de la Democracia” se tiñó de color naranja debido a una tormenta de arena proveniente del desierto del Sahara, en el norte de África, según datos recopilados por el satélite Aqua de la NASA.
Además del polvo, se registraron temperaturas extremadamente altas, especialmente en el sur de Grecia y en la isla de Creta, donde se alcanzó una temperatura máxima de 36.6°C en Falasarna de Chania. Pero se prevé que sea el miércoles 24 o el jueves 25 de abril que la temperatura baje y los vientos muevan el polvo de la capital griega.
Hasta entonces, los habitantes locales se limitarán a manejar y realizar actividades al aire libre, pues procurarán no salir de sus hogares.
Pero además del polvo del Sahara, el país helénico se ha visto afectado por al menos 25 incendios en las últimas horas a lo largo de su territorio. Cabe señalar que fueron arrestadas tres personas en la isla turística de Paros, por ser sospechosas de iniciar los siniestros.
¿Qué son las tormentas de arena?
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) define las tormentas de arena como un gran desafío para lograr un desarrollo sostenible, además las considera como una preocupación mundial porque tiene graves repercusiones en el medio ambiente, la salud y la economía.
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Destaca que las tormentas de arena y polvo son un elemento importante de ciclos bioquímicos naturales de la Tierra, pero también se originan por factores humanos, como es el caso del cambio climático y la gestión insostenible de la Tierra.
“La nube de polvo del Sahara se desprende desde la región del Sahel, en el desierto de Sahara, y es común que se desarrolle cada año durante la primavera y el verano, cuando se registran altas temperaturas y bajas presiones, condiciones que generan desprendimientos de aire cálido y polvo”, explicó el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copernicus.
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