Sídney. – Miles de caballos salvajes serán sacrificados por autoridades australianas, quienes eligieron como método el uso de francotiradores montados en helicóptero, situación que ha causado polémica alrededor del mundo.
Esto ocurrirá en el parque nacional de Kosciuszko, cuyo ecosistema, pretenden, sea protegido a través de esta matanza.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Parques y Vida Salvaje del estado de Nueva Gales del Sur, dicha área natural, que por cierto ocupa 6 mil 900 kilómetros cuadrados, será cerrada mientras se realiza esta operación de disparos aéreos que iniciaron la semana pasada, que regresarán el 4 de octubre y que volverán a suceder durante el otoño e invierno austral.
"La matanza de animales no es una decisión fácil, y no es una decisión que nadie quiera tomar, pero es absolutamente necesaria en el caso del Parque Nacional de Kosciuszko", reconoció Sue Higginson, diputada en el parlamento estatal de Nueva Gales del Sur.
Este programa de ejecución equina tenía 20 años congelado, pero volverá a utilizarse este 2024 con la intención de reducir a tres mil la población de caballos salvajes para el 2027.
Lo anterior en el entendido que, actualmente, en Kosciuzko hay entre 12 mil 797 y 21 mil 760 equinos que deambulan descontrolados por los parajes.
La última vez que el gobierno de Nueva Gales del Sur utilizó este ejercicio de matanza contra caballos salvajes fue en octubre de 2020, cuando eliminaron 606 ejemplares.
Estos francotiradores son controlados por las autoridades de Nueva Gales del Sur, y también dirigirán sus municiones contra venados, cerdos y otros animales salvajes, lo que ha aumentado el descontento de agrupaciones defensores de animales, que califican esto como una alternativa cruel.
Sin embargo, las autoridades han respaldado el plan señalando que, a través de él, el caballo sufre menos, aunado a que es un sistema más económico.