Argentina. - En una jornada histórica, el Senado argentino aprobó la noche de ayer miércoles la esperada ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, también conocida como 'ley ómnibus o 'ley Bases', con el que el gobierno de Javier Milei pretende establecer los fundamentos para la transformación profunda del modelo económico y social de Argentina.
Tras once horas de debate ininterrumpido y mientras en la calle miles de manifestantes se pronunciaban en contra, la 'ley Bases' recibió 36 sufragios en contra y 37 a favor, incluido el 'voto de calidad' de la presidenta de la Cámara Alta y vicepresidenta de la República, Victoria Villarruel, quien deshizo el empate en una segunda votación.
Pero en la votación en particular por cada capítulo, los senadores rechazaron las iniciativas del Ejecutivo que elevaban los ingresos tributarias y facilitaban sostener el equilibrio fiscal logrado en el primer semestre a costa de un ajuste feroz.
La iniciativa que busca reducir el peso del Estado en la economía y atraer inversiones, volverá a la Cámara Baja, para su sanción definitiva.
"Es un avance importantísimo", subrayó Francos, quien admitió que "esta ley no soluciona todos los problemas", pero "es una herramienta que nos va a permitir avanzar en muchos temas pendientes de Argentina", agregó.
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Tras la aprobación de la ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, Milei partió a primera hora de este jueves hacia Italia para asistir como invitado a la cumbre del G7, el primer tramo de su gira europea, que también incluye la participación en la Cumbre Global por la Paz en Ucrania, que se celebrará en Suiza el fin de semana, y posteriormente volver a viajar a España para recibir un premio que le otorga un centro de pensamiento liberal.
"El mundo está mirando este proceso de transformación sustantivo de la Argentina, de este populismo que nos ha destruido al manejo de la liberad en todos los niveles", aseveró el ministro Francos.
Por lo anterior, un grupo de manifestantes arrojó piedras y cócteles molotov y la policía reprimió de inmediato la protesta. Hasta el momento hay cerca de 30 detenidos y decenas de heridos.
Mediante un comunicado , el presidente argentino acusó a los protagonistas de los disturbios de ser “terroristas que intentaron perpetrar un golpe de Estado atentando contra el normal funcionamiento del Congreso de la Nación argentina”.