Israel.- Durante su visita a Washington, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahpor la opu, entregó al entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, un bíper de oro como símbolo de una operación militar israelí contra Hezbolá en septiembre.
Según la oficina del líder israelí, este objeto representa un punto de inflexión en el conflicto, marcando un debilitamiento moral del grupo libanés. El operativo, llevado a cabo los días 17 y 18 de septiembre, consistió en la detonación de cientos de dispositivos de comunicación como bípers y walkie-talkies empleados por Hezbolá.
Estas explosiones ocurrieron en Beirut y en otras regiones dominadas por el movimiento proiraní, dejando un saldo de 39 fallecidos y aproximadamente 3.000 heridos, según fuentes libanesas.
Aunque la autoría de la ofensiva se atribuyó al Mosad, el servicio de inteligencia israelí, Israel no reconoció oficialmente su responsabilidad hasta noviembre, cuando Netanyahu admitió haber autorizado la operación.
Este episodio se inscribe en un contexto de relaciones estratégicas entre Netanyahu y Trump, caracterizadas por un fuerte respaldo de la administración estadounidense a Israel.
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Durante su mandato, Trump trasladó la embajada de EU a Jerusalén, reconoció la soberanía israelí sobre los Altos del Golán y promovió los Acuerdos de Abraham, consolidando una estrecha alianza con el gobierno israelí.
A pesar del acuerdo de tregua entre Israel y Hezbolá, que estipulaba la retirada israelí del sur de Líbano el 26 de enero, Estados Unidos anunció que la fecha se pospuso hasta el 18 de febrero.
Mientras tanto, el gesto de Netanyahu hacia Trump refuerza la imagen de cooperación entre ambos líderes en temas de seguridad y geopolítica en Medio Oriente.
En otros hechos, Donald Trump busca tener de nuevo “relaciones” con Corea del Norte
El presidente de Estados Unidos declaro tener intenciones de formar un vínculo con el régimen norcoreano de Kim Jong-un, con quien ya mantuvo una buena relación durante su primer mandato.
“Tendremos relaciones con Corea del Norte y con Kim Jong-un. Me llevé muy bien con él. Creo que detuve una guerra”, declaró en una rueda de prensa en la Casa Blanca junto al primer ministro japonés, Shigeru Ishiba.