México.- Nuevas pruebas han salido a la luz en uno de los casos más emblemáticos del narcotráfico entre México y Estados Unidos: el asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena. La Fiscalía del Distrito Este de Nueva York reveló que recuperó grabaciones de audio que documentan con detalle el interrogatorio y la tortura al agente estadounidense, quien fue asesinado brutalmente en 1985.

Estas grabaciones, obtenidas tras revisar archivos antiguos, serán utilizadas como evidencia clave en el juicio contra Rafael Caro Quintero, uno de los capos más conocidos en la historia del narcotráfico en México y presunto autor intelectual del crimen.
EU revela audios clave: nueva prueba contra Caro Quintero
Durante una audiencia reciente, la fiscal Saritha Komatireddy confirmó que el gobierno estadounidense tiene en su poder grabaciones inéditas del interrogatorio a Camarena.
“Tenemos audios del interrogatorio y la tortura a Enrique Camarena hace cuarenta años”, declaró ante la corte.
Las grabaciones no solo abordan los momentos previos a su asesinato, sino que también contienen datos sensibles sobre operaciones de tráfico internacional de marihuana, cocaína y fentanilo, actividades presuntamente lideradas por Caro Quintero y su red criminal.
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Cargos graves y posible pena de muerte
Rafael Caro Quintero enfrenta múltiples acusaciones en Estados Unidos: liderar una organización criminal, conspiración para asesinar a un funcionario federal, distribución internacional de narcóticos, y portación de armas de fuego.
El cargo más grave: el secuestro, tortura y asesinato del agente Camarena mientras operaba encubierto en México.
Tras su recaptura en 2022, luego de haber estado prófugo varios años, Caro Quintero fue extraditado a Estados Unidos, donde su juicio ha sido considerado uno de los más relevantes en la historia reciente de la lucha antidrogas.
Un juicio que podría hacer historia
El caso Caro Quintero ha sido símbolo de la tensión entre México y Estados Unidos en materia de narcotráfico.
Las nuevas grabaciones podrían consolidar la condena del capo y abrir la posibilidad de que reciba la pena de muerte, algo poco común, pero legal, en juicios federales estadounidenses.
Mientras avanza el proceso judicial, estas revelaciones vuelven a poner sobre la mesa los vínculos entre crimen organizado, corrupción y justicia internacional.