Monterrey.- Durante muchos años, la voz de Héctor González, fue la voz de Grupo Radio Alegría. Su pluma, fue respetada y reconocida.
En cada comentario editorial actuó siempre con justicia plena. Criticó las malas acciones, el mal proceder, los errores y las omisiones, pero lo hizo siempre con la razón, nunca recurrió a la crítica destructiva y mucho menos al insulto.
Por esta razón, durante su trayectoria, los funcionarios se dirigieron a él con respeto y apreciaron a la persona que conocía el uso de la pluma y del micrófono: al justo, al probo, al periodista en toda la extensión de la palabra.
Primero en el periódico El Porvenir, después en El Norte y por muchos años en Grupo Radio Alegría y Periódico ABC, como editor de noticias y continuando con “La Opinión Editorial”, iniciada en radio por Mario Martínez Oceguera.
Héctor González fue partícipe del nacimiento del periódico ABC en junio de 1985, y su ejercicio posterior como su Director ha quedado plasmado para la posteridad.
En las redacciones impulsó siempre a las nuevas generaciones, siendo reconocido por este hecho públicamente por la Asociación de Periodistas, que le concedió hace varios años el título de “Maestro Periodista”.
Estuvo al frente de la organización de enero de 1997 a enero de 1999, destacando en su ejercicio la visión que lo hizo mantener el rumbo del gremio, y llevarlo a destacados lugares para reconocimiento de periodistas y de la comunidad nuevoleonesa en general.
Don Héctor, el maestro periodista, ha perdido la batalla. Sus ojos se han cerrado para siempre, dejando como legado su destacado e íntegro quehacer periodístico.
El cariño y amor de sus hijos será perenne y grande el reconocimiento a su gran valía, no solo de la comunidad periodística, sino de muchos hombres públicos que con él convivieron, que fueron parte de sus comentarios y que apreciaron su destacado nivel profesional.
“¡Chihuahua, profesor!, no voy a poder ir y hay muchos temas interesantes que discutir”, le decía hace unos meses a su amigo José Ángel Pequeño Ramírez, lamentándose cuando supo que ya no podría asistir a las reuniones mensuales con sus amigos periodistas.