Gran Hotel Ancira en Monterrey resalta por su arquitectura e historia

Inaugurado en 1912, el hotel con 110 años de historia continúa en operaciones y conserva su majestuosidad, gracias a su inconfundible fachada que adorna el centro de la ciudad.

La fachada del Hotel Ancira en Monterrey
La fachada del Hotel Ancira en Monterrey Créditos: Alejandro Del Toro
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Monterrey.- Dentro del grupo de los edificios más hermosos y aun en pie de Monterrey hay uno resalta por su arquitectura e historia, se trata el Gran Hotel Ancira.

El icónico hotel está ubicado entre las calles Miguel Hidalgo y Mariano Escobedo, frente a la Plaza Hidalgo justo en el centro de la ciudad.

Fue diseñado por los arquitectos Henri Sauvage y Charles Sarazin e inaugurado el 26 de julio de 1912 bajo el nombre de Gran Hotel Monterrey. Años más tarde tras la muerte de su propietario Fernando Ancira en 1921, cambió de nombre a Gran Hotel Ancira.

Su fachada con un aire Frances muestra la arquitectura muy propia al ‘Porfiriato’, además de sus escaleras y su piso ajedrezado que muestra la elegancia del lugar.

A un costado de la entrada principal se encuentra el bar 1900, en el cual se revive la nostalgia de otra época, mucho en parte gracias a la barra de madera, que data de ese tiempo.

En este hotel muchas personalidades se han hospedado a lo largo de la historia, pero sin duda alguna la que quedó marcada fue de la que hablamos el inicio.

Según crónicas transmitidas de manera oral, en este hotel se hospedó Pancho Villa “El Centauro de Norte” y su llegada no fue algo que pasara desapercibido para la historia.

El 13 de marzo de 1915 llegó un tren a la estación “Unión” justo donde hoy se encuentran las calles Cuauhtémoc y Colón. Del tren bajaron Francisco Villa y su Dorados, quienes llegaron a caballo hasta lo que hoy es la calle Ocampo e ingresaron al Hotel Ancira.

Algunas fuentes señalan que el general se rehusó a dejar su caballo afuera en la caballeriza por lo que entró montado hasta el vestíbulo acompañado de sus dorados y pidió un cuarto para él y uno para su caballo, para posteriormente detonar su pistola.

Aunque esta es una de las versiones más increíbles y arraigadas hasta el momento no ha sido comprobada.

Este hotel que tiene 110 años de existir continua en operación y conserva su majestuosidad y las historias que ahí se escribió.