Juárez.- Los vecinos de Mirador de San Antonio y Riberas de la Morena en Juárez, pasaron de temblar, a tener riesgos de resbalones y hasta descargas eléctricas ante el cambio de la escalera de andamios a una estructura metálica, la cual sigue presentando riesgos a los peatones.
Lo anterior por la falta de cinta antiderrapante en las rampas de aluminio, no contar con una iluminación adecuada y carecer de señalamientos para distinguir los escalones.
En un recorrido realizado por ABC Noticias, habitantes de estos sectores señalaron que a mediados de septiembre las autoridades municipales cambiaron la estructura de andamios amarillos que registraba poca estabilidad a otra más elaborada para poder cruzar la avenida Paseo San Juan.
“Ahorita más que está lloviendo sí se resbala uno, y tiene poquito que colocaron las barreras a los lados porque si se podían caer los niños, pero también ya con el tiempo que tiene se siente que se están zafando esto cuando pasa más gente”, apuntó un vecino identificado como Osiel.
“A veces da toques, a mi me dieron por los cables esos ya por eso mejor me pase sin agarrar la lámina y si es un riesgo ya hay muchos vecinos que no quieren cruzar el puente y no había cómo pasarse, de repente pasa la patrulla para cruzarlos, pero ya no la he visto”, dijo Emanuel, habitante del sector.
Sin embargo, llamaron a las autoridades para acelerar la construcción del puente vehicular elevado sobre la avenida San Juan y Anillo Periférico que inició su construcción en julio y se estimaba quedaría listo el próximo diciembre, aunque todavía falta que se construyan los extremos.
“Con la lluvia está muy resbaloso y hay muchas uniones flojas y se siente feo cuando caminas y hay más gente yo digo que sí es muy riesgoso y que ojalá se apuren a arreglar el puente”, apuntó la señora Graciela.
Aunque las autoridades habían proporcionado el servicio de traslado para cruzar principalmente a mujeres y menores en la entrada y salida de la escuela, esto no ha sido suficiente ante la cantidad de personas que requieren cruzar varias veces al día, cada una, con riesgo de sufrir un accidente.
Por más de 10 años automovilistas y peatones denunciaron la mala construcción de este puente por pasadas administraciones, debido a lo inclinado de las dos cuñas o rampas, que provocaban daños a los autos y que tenía un espacio reducido para peatones por lo que fue demolido.
En la presente administración del alcalde Francisco Treviño se realizó la reconstrucción del paso elevado donde cada rampa o cuña tiene una longitud de 30 metros lineales, pero ahora cada una será de 130 metros, ello mediante una inversión de 40 millones de pesos.