Monterrey. – Tal y como se esperaba, el polvo del Sahara que llegó este jueves a la región noreste del país trajo a Nuevo León una bruma amarillenta que se traduce a mala calidad del aire.
Confirmando lo anterior, la Secretaría de Medio Ambiente del Estado tiene reflejado en su Sistema Integral de Monitoreo Ambiental que, en efecto, toda la Zona Metropolitana está contaminada.
La mala calidad del aire se refleja en las 14 estaciones de monitoreo ambiental sin excepción, siendo la de Apodaca la más perjudicada.
El sistema reflejó la cantidad de 120 µgr/m3 de contaminante PM10 en la zona, por lo que se recomienda a la población a reducir actividades físicas vigorosas al aire libre.
La instrucción se vuelve aún más estricta para la población sensible, a quien se exhortó a evitar las actividades físicas (tanto moderadas como vigorosas) en la intemperie.
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La advertencias no solo va para la población de Apodaca, sino para todos los ciudadanos del estado, y es que la cantidad de polvo llegado del desierto africano fue tal que puede ser vista claramente, sobre todo si se observa hacia las zonas montañosas, cuyos cerros ya no lucen la tonalidad verdosa que deberían de mostrar en un día libre de contaminantes.
¿Qué es la nube de polvo del Sahara?
Es un fenómeno que proviene de África, puntualmente del área más desértica de dicho continente.
Su origen se da mediante la mezcla entre polvo y arena; una vez que toma forma, el viento hace su tarea y se encarga de esparcirla por los aires, haciéndola recorren miles de kilómetros.
La nube de polvo posee velocidades de traslado muy altas, no por nada toca varios países en el mundo.
En algunas ocasiones, dicho fenómeno se llega a mezclar con la lluvia, y esto ocasiona rastros en la composición de las gotas del vital líquido. Cuando la lluvia cesa, se evapora, pero deja el rastro de polvo que viaja consigo.